Reino Unido
El proyecto de ley sobre «muerte asistida» profundiza las divisiones entre los laboristas británicos
Los diputados británicos tendrán libertad de voto a finales de este mes para decidir si permiten a los médicos practicar la eutanasia en los pacientes
La diputada laborista, Kim Leadbeater, que lidera la campaña a favor de la «muerte asistida» ha acusado al secretario de Salud, Wes Streeting, de ignorar el consejo del gabinete de permanecer neutral, profundizando las divisiones en el Partido Laborista en medio del debate para cambiar la legislación británica.
Leadbeater dijo que era «decepcionante» que Streeting se hubiera pronunciado en contra de los planes de cambiar la ley, alegando que no había leído su proyecto de legislativo.
Los diputados británicos tendrán libertad de voto a finales de este mes para decidir si permiten a los médicos practicar la eutanasia en los pacientes moribundos. El proyecto de ley de Leadbeater se limita a los pacientes terminales a los que les queden «menos de seis meses de vida» y requeriría la aprobación de dos médicos y un juez del Tribunal Supremo, en lo que, según ella, son «las salvaguardas más estrictas del mundo».
Streeting ha expresado su preocupación por el proyecto de ley, advirtiendo de una «pendiente resbaladiza y escalofriante» en la que los pacientes podrían sentirse presionados a poner fin a sus vidas para ahorrar dinero al sistema pública de salud británico (NHS). El secretario de Salud británico ha ordenado una revisión de los costos de permitir la muerte asistida y advirtió que podría requerir sacar dinero de otras fuentes del NHS.
Leadbeater se quejó que el secretario de salud «haya salido a hablar sobre el proyecto de ley antes incluso de haberlo visto» y reclamó seguir el consejo de Simon Case, el secretario del gabinete, de que los ministros deberían abstenerse de dar sus opiniones sobre un tema en el que el gobierno británico es neutral. En una carta del mes pasado, Case dijo que los ministros «deberían ejercer discreción y no deberían participar en el debate público».
El primer ministro Keir Starmer está a favor de la eutanasia, pero se ha mantenido al margen del debate público
Mientras tanto, los parlamentarios que se oponen al proyecto de ley de Leadbeater dijeron a The Times que «atacar al secretario de Salud por hablar sobre un tema que tiene que ver con la atención médica es un comportamiento bastante extraño. El único impacto que está teniendo es que la gente se está uniendo en torno a Streeting».
Uno de los diputados consultados por el medio británico señaló que «la sensación que tengo al hablar con mis colegas es que los indecisos son cada vez más escépticos sobre el proyecto de ley».