Un arzobispo advierte sobre los peligros de la eutanasia para los más vulnerables: «Piensan que son una carga»
Reino Unido prevé aprobar esta controvertida norma en el mes de noviembre. Sin embargo, no entrará en vigor hasta el próximo año
La polémica ley de la eutanasia está dando la vuelta al mundo. Cada vez más países apuestan por la cultura de la muerte, ye el último de ellos ha sido Reino Unido. Mientras los políticos buscan llevar a la Cámara de los Lores esta norma, diversos grupos de la sociedad denuncian públicamente esta norma. Ejemplo de ello es el arzobispo Mark O’Toole de Cardiff-Menevia, quien mostró públicamente su firme oposición al proyecto de ley.
El arzobispo emitió su declaración el miércoles, cuando la diputada laborista Kim Leadbeater presentó la primera lectura de la que prevén que sea la primera norma que permita a los enfermos terminales acabar con su vida en lugar de recurrir a los cuidados paliativos. Así, denunció que esta ley pondrá «una gran presión sobre los más vulnerables» y marca «un momento muy serio para nuestro país».
Por ello, afirmó que lo único que se debe hacer es «apreciar y cuidar a este grupo de personas en nuestra sociedad». Además, recordó que el país tiene «una rica tradición en el cuidado de los moribundos», por lo que «deberíamos invertir más en este tipo de atención».
El arzobispo subrayó que «la vida humana es sagrada» y que su mensaje va dirigido no solo a personas de fe, sino a «todos aquellos de buena voluntad», ya que las propuestas de eutanasia no solo van en contra de la dignidad y el valor de la vida, sino que también representan «graves riesgos para los más vulnerables».
Asimismo, recordó que ya se ha visto cómo en países como Estados Unido, Canadá, Bélgica —que ya tienen aprobada esta polémica norma—, los más vulnerables se sienten amenazados. De hecho, indicó, en Oregón, que «más del 47 % de las personas que optan por esta práctica se sienten una carga para sus seres queridos». También señaló que Bélgica ha ampliado su ley inicial, que solo aplicaba a adultos, para permitir la eutanasia voluntaria de niños.
Por otra parte, O'Toole, señaló que, aunque los defensores del proyecto aseguren que estos casos no se podrán llevar a cabo en el país, una vez que se permitan en ciertas situaciones, la legislación tiende a ampliarse. En este sentido, declaró que el verdadero debate gira «en torno a la dignidad intrínseca de cada persona, especialmente en el caso de los discapacitados, ancianos o vulnerables».
Los ciudadanos quieren que se apruebe
A pesar del retroceso que sería aplicar la eutanasia en el país, el 66 % de los ciudadanos quiere que un médico —cuya profesión consiste en salvar vidas— ayude a un paciente mayor de edad a poner fin a su vida entregándole fármacos que el paciente podría tomar por sí mismo. Por el contrario, el 16 % opina que no debería ser legal y el 18 % restante prefirió no pronunciarse.
Aún no se sabe qué pasará, es probable que se convierta en ley el próximo año, después de que los diputados debatan y voten el proyecto el próximo mes de noviembre.