Rusia y Corea del Norte reestablecen la comunicación ferroviaria cuatro años después en plena alianza militar
Las relaciones bilaterales entre estos países, que comparten una frontera de apenas 20 kilómetros, han ganado intensidad tras la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Pionyang a mediados de este año
Rusia y Corea del Norte, en el marco de su fortalecida cooperación política, económica y militar, han restablecido oficialmente la comunicación ferroviaria entre ambos países, suspendida desde 2020 debido a la pandemia. Este lunes, un primer tren cruzó la frontera desde la ciudad rusa de Jasán hacia la estación norcoreana de Tumangang, según informaron los servicios de aduanas rusos.
El tráfico ferroviario entre ambos países se había reanudado de forma limitada en junio a petición de Pionyang, permitiendo el traslado de solo 1.200 personas en los últimos meses. Ahora, la conexión será más regular, operando los lunes, miércoles y viernes. El punto fronterizo funcionará diariamente entre las 10 de la mañana y las 8 de la noche, según las autoridades.
Además del restablecimiento ferroviario, ambos países han acordado aumentar los vuelos, aunque actualmente solo existe una conexión aérea entre Pionyang y Vladivostok. En los últimos dos años, Rusia y Corea del Norte han firmado diversos acuerdos destinados a ampliar el transporte de pasajeros y mercancías, reforzando así su relación económica.
Cooperación militar bajo la lupa
Más allá del transporte, la alianza entre Moscú y Pionyang ha generado preocupación internacional debido a su estrecha colaboración militar. Según fuentes surcoreanas y occidentales, Corea del Norte ha suministrado municiones a Rusia, aparentemente a cambio de tecnología civil y militar.
El puerto de Rason se habría convertido en un punto clave para el envío de contenedores con armamento norcoreano destinado al ejército ruso, según Seúl. Además, más de 10.000 soldados norcoreanos habrían sido desplegados en territorio ruso para combatir en regiones fronterizas durante la guerra contra Ucrania, bajo los términos de un tratado estratégico que contempla asistencia militar mutua en caso de agresión.
Las relaciones bilaterales entre estos países, que comparten una frontera de apenas 20 kilómetros, han ganado intensidad tras la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Pionyang a mediados de este año, la primera desde el año 2000. Este acercamiento se da en un contexto de aislamiento internacional para ambos gobiernos, lo que los ha llevado a buscar apoyo mutuo frente a sanciones y presiones externas.
El restablecimiento de la comunicación ferroviaria y los crecientes lazos entre Rusia y Corea del Norte confirman una estrategia conjunta que no solo refuerza la cooperación económica, sino que también amplifica su influencia militar en un panorama global cada vez más tenso.