Reino Unido
El «espía» chino Yang Tengbo, conocido en Londres como Christopher, era el hombre del príncipe Andrés en Pekín
Yang se reunió con los ex primeros ministros David Cameron y Theresa May y pagó la visita a China de John Prescott, ex vicelíder laborista
Yang Tengbo, de 50 años, adoptó el nombre de pila Christopher cuando llegó al Reino Unido como estudiante en 2002 y bajo la apariencia de empresario llegó a colarse en el círculo de confianza del príncipe Andrés, pero realmente sería un espía al servicio del régimen de Pekín.
De acuerdo con The Times, el nivel de cercanía entre Yang y el príncipe Andrés fue tal que éste último lo nombró como su principal representante en Pekín al ponerlo al frente del Pitch@Palace China, parte del programa empresarial internacional del duque.
Yang visitó al príncipe Andrés dos veces en el Palacio de Buckingham en cuestión de días, fue invitado a su fiesta de cumpleaños número 60 y fundó la rama china del plan empresarial del duque y de la cual Andrés tenía derecho a recibir una participación del 2 % en cualquier acuerdo de inversión durante tres años.
Yang también llegó a reunirse con los ex primeros ministros británicos David Cameron y Theresa May y pagó la visita a China de John Prescott, ex vicelíder laborista.
Los servicios de seguridad británicos, sin embargo, expresaron su preocupación por Yang, quien según afirman es un agente del Departamento de Trabajo del Frente Unido, la unidad de inteligencia y propaganda extranjera del Partido Comunista Chino.
La semana pasada, los jueces de un tribunal de inmigración de Londres dictaminaron que el ministro del Interior tenía «derecho a concluir» que Yang «representaba un riesgo para la seguridad nacional» cuando se le prohibió regresar a Reino Unido. También se le dijo al tribunal que Yang disfrutaba de un «nivel inusual de confianza» con el príncipe Andrés.
La oficina del príncipe Andrés dijo en un comunicado que «interrumpió todo contacto» con Yang cuando se planteó la inquietud. El comunicado decía que se reunieron a través de «canales oficiales» y que «nunca se discutió nada de naturaleza sensible».
Yang por su lado afirmó en otro comunicado: «No he hecho nada malo ni ilegal y las preocupaciones que ha planteado el Ministerio del Interior contra mí son infundadas. La descripción generalizada de mí como 'espía' es totalmente falsa».
«El clima político ha cambiado y, por desgracia, yo he sido víctima de ello. Cuando las relaciones son buenas y se buscan inversiones chinas, soy bienvenido en el Reino Unido. Cuando las relaciones se deterioran, se adopta una postura antichina y me excluyen» añadió el supuesto empresario.
«No era un lobo solitario»
Iain Duncan Smith, ex líder conservador, dijo que Yang «no era un lobo solitario».
Smith añadió a la prensa británica: «Él era uno de los aproximadamente 40.000 miembros del Departamento de Trabajo Unido que, según el informe del comité de inteligencia y seguridad del año pasado… había penetrado en todos los sectores de la economía del Reino Unido, espiando, robando propiedad intelectual, influyendo y dando forma a nuestras instituciones».
El MI5 está presionando al primer ministro británico Keir Starmer para que designe a China como una amenaza a la seguridad nacional, en medio de advertencias de que, de no hacerlo, se reforzarán las operaciones de espionaje de Pekín en el Reino Unido. Sin embargo, el gobierno británico teme que esa medida pueda tener repercusiones económicas y políticas.