Bayrou incorpora a dos ex primeros ministros a su gobierno, entre ellos Manuel Valls

François Bayrou, el hombre al que Emmanuel Macron, al designarle como primer ministro, le ha encomendado la titánica tarea de guiar a una Francia profundamente fragmentada, ha escogido este lunes a los miembros de su gobierno, con los que espera reconducir el rumbo del país galo y aprobar una ley de presupuestos que contente a la oposición.

De sus nombramientos, destacan las nominaciones de Élisabeth Borne y Manuel Valls, otrora primeros ministros —Borne de Macron entre 2022 y enero de este año; Valls de Hollande entre 2014 y 2016—. Borne se convierte en ministra de Educación Nacional, mientras que Valls pasa a ser ministro responsable de los territorios de ultramar

Manuel Valls, que fue primer ministro entre 2014 y 2016, abandonó el cargo para lanzarse a la carrera por el Elíseo, el mayor fracaso de su carrera. Ni siquiera logró superar las primarias de su partido, derrotado por Benoit Hamon, lo que le llevó a traicionar a su familia política y apoyar a Macron.

Se refugió en España, donde aspiró a la alcaldía de Barcelona, que tampoco consiguió alcanzar en 2018, aunque allí tomó la decisión de dar el bastón de mando a la izquierdista Ada Colau en detrimento de los nacionalistas.

Si algo destaca del equipo que ha conformado Bayrou es la influencia que sigue teniendo Marine Le Pen el el gobierno de Francia tras las elecciones legislativas del pasado verano. La presidenta de Agrupación Nacional (RN) ha pesado al vetar el nombre de Xavier Bertrand, conservador tradicional pero contrario a las ideas de Le Pen.

Por el lado del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que disfruta de mayoría en la Asamblea Nacional, no ha logrado que ninguno de sus representantes propuestos pase a conformar el gabinete de Bayrou, lo que abre la puerta a un descontento con el gobierno y la posibilidad de nuevas mociones de censura.Sí hay dos figuras de procedencia socialista, el comentado Valls y François Rebsamen, a cargo de la Descentralización, pero está por ver si eso contentará a una oposición que se siente fuerte.

Por otra parte, Bayrou formará su gobierno, tal como ha anunciado Alexis Kohler en las escaleras del Elíseo, con los siguientes nombres: Gérald Darmanin, exministro del Interior, se convierte en Guardián de los Sellos y hereda la Justicia; Bruno Retailleau, que sonó como candidato para primer ministro, continuará al frente del Ministerio del Interior; Éric Lombard ha sido designado como ministro de Economía —con todo lo que ello implica en la búsqueda por alcanzar una ley de presupuestos—, Rachida Dati permanecerá en el Ministerio de Cultura, Annie Genevard es designada ministra de Agricultura y Marie Barsac es la encargada de Deportes y Vida comunitaria.

En el resto de cargos, destaca que Jean-Noël Barrot seguirá siendo el ministro para Europa y Asuntos Exteriores (estará acompañado por Benjamin Haddad, Laurent Saint-Martin y Thani Mohamed Soilihi), Aurore Bergé es la nueva encargada de Igualdad y lucha contra la discriminación, Sébastien Lecornu permanence en el Ministerio de Fuerzas Armadas, François Rebsamen ha sido nombrado ministro de Planificación regional y descentralización, Catherine Vaurin para el Ministerio de Trabajo, Clara Chappaz será la nueva ministra delegada para inteligencia artificial y Amélie de Montchalin hereda las cuentas públicas.

De esta manera, Bayrou ha formado un gobierno de 34 ministros, algo más continuista de lo esperado con el de Barnier, con la esperanza de devolver a Francia a la senda correcta, aunque con el hándicap de intentar equilibrar una nación totalmente fragmentada desde el adelanto de elecciones legislativas que realizó Macron el pasado verano. Correr mejor suerte que Barnier, cesado el pasado 4 de diciembre tras sendas mociones de censura de la izquierda y la derecha tras su intento de sacar adelante los presupuestos, será su primer objetivo.