Una lista completa de rehenes y soldados israelíes como parte del trato: los dos grandes obstáculos para el alto el fuego en Gaza
Tras más de 14 meses de guerra, tanto Hamás como Israel muestran un cauto optimismo sobre las negociaciones para una tregua que permita poner fin a las hostilidades y liberar a los rehenes
Más de un año después del primer y único alto el fuego de una semana acordado entre Israel y Hamás en la franja de Gaza, y que permitió la liberación de 105 rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de un número muy superior de prisioneros palestinos, parece que una nueva tregua está más cerca que nunca. Después de más de 14 meses de guerra e innumerables negociaciones infructuosas, por primera vez, ambas partes muestran un cauto optimismo sobre las conversaciones que se llevan intensificando ya durante varias semanas. Sin embargo, siguen existiendo concretamente dos obstáculos —o flecos sueltos— difíciles de resolver.
La propuesta sobre la que trabajan los países mediadores —Estados Unidos, Egipto y Qatar—, sería similar a la ya presentada el pasado mes de agosto por el presidente estadounidense Joe Biden, en la que se plantea un cese de hostilidades de al menos 60 días prorrogables, dividido en tres fases diferentes. A diferencia de hace cuatro meses, Hamás se encuentra en una posición mucho más debilitada, sobre todo, tras la entrada en vigor de la tregua en el Líbano, que ha dejado fuera de juego a su gran aliado en la región, la milicia chií libanesa Hezbolá. La organización terrorista palestina ha acabado cediendo en dos de las principales exigencias de Israel como es la presencia de tropas hebreas en el Corredor Filadelfia, en la frontera entre Egipto y Gaza, y en el Corredor Netzarim, que divide a la Franja en dos.
Mientras que los equipos tanto de Hamás como de Israel viajan a El Cairo y Gaza para reunirse con los mediadores, los puntos sin resolver siguen frenando las negociaciones. El Estado judío ha exigido a la organización islamista palestina una lista completa con los nombres de todos los prisioneros, vivos y fallecidos, según publicaron este fin de semana varios medios hebreos. Hamás, por su parte, asegura que para cumplir esta demanda requiere de al menos una semana de pausa en los combates para poder localizar y determinar el estado de los rehenes que siguen secuestrados en la Franja. Israel calcula que al menos 100 personas siguen cautivas en el enclave palestino, 36 de ellas ya han sido declaradas muertas.
Sin embargo, no todos los rehenes fueron secuestrados por Hamás. Un número indeterminado está en manos de otras facciones palestinas como la Yihad Islámica o incluso clanes familiares. El segundo obstáculo que se plantea en esta nueva fase de negociaciones es la inclusión de soldados israelíes como parte del acuerdo de liberación. En un primer momento, el intercambio solo incluía a civiles, pero el Gobierno de Benjamin Netanyahu pide ahora la liberación de uniformados que, según Israel, «cumplen los criterios para la fase humanitaria». La organización islamista considera este último punto una nueva condición que busca alterar el plan previamente acordado. A pesar de las dificultades, fuentes de Hamás, en declaraciones a la agencia France-Presse, se mostraron confiadas en que el acuerdo de alto el fuego en Gaza está «más cerca que nunca».
«La posibilidad de alcanzar un acuerdo [de alto el fuego y de canje de rehenes por presos palestinos] está más cerca que nunca, si el enemigo deja de imponer nuevas condiciones», aseveraron este sábado altos mandos tanto de la organización terrorista palestina como de otras facciones. En este sentido, adelantaron que el acuerdo debía de concluirse «antes de final de año». De llegar a concretarse la tregua, durante la primera fase del cese de hostilidades el acuerdo plantea la excarcelación de 250 presos palestinos a cambio de los niños retenidos en Gaza, cinco mujeres soldado y los cautivos de mayor edad y enfermos. El medio The Times of Israel informó de que Tel Aviv ha solicitado la liberación de 34 rehenes durante los primeros días, incluidos once que Hamás considera soldados, es decir, todos los varones en edad de combatir. En este sentido, Israel también ha tenido que hacer concesiones y se plantea liberar a prisioneros palestinos con delitos de sangre que podría deportar a Turquía o Qatar, como es el caso de Marwan Barghouti.
A la vez que los contactos diplomáticos se intensifican, la maquinaria bélica hebrea sigue cebándose con la Franja. Varios bombardeos israelíes contra diferentes puntos en Gaza acabaron con la vida de al menos 32 personas, lo que eleva el número de muertos desde el inició de la guerra el 7 de octubre de 2023 a más de 45.000 y 100.000 heridos, según datos de Hamás. Asimismo, los hutíes de Yemen —el único apoyo de la organización islamista palestina— ha redoblado sus ataques contra Israel y, en la madrugada de este sábado, lanzó un misil balístico contra Tel Aviv, que acabó impactando en un parque infantil causando 16 heridos. Un día después, una misión conjunta formada por Estados Unidos y Reino Unido bombardeó almacenes de misiles de los hutíes en la capital, Saná.