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El Canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, habla durante una rueda de prensa este domingo, en Bogotá (Colombia).

El Canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, habla durante una rueda de prensa este domingo, en Bogotá (Colombia).EFE

Petro y EE. UU. resuelven su crisis diplomática: «Colombia acepta todos los términos de Trump» y da por «superada la situación»

La reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos parece haber encontrado una salida negociada tras días de tensión y amenazas de sanciones comerciales. El conflicto, originado por la negativa del presidente colombiano, Gustavo Petro, a permitir la entrada de dos aviones con ciudadanos deportados desde Estados Unidos, escaló rápidamente hasta derivar en la posibilidad de fuertes represalias económicas y diplomáticas por parte de Washington.

El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, ha confirmado este domingo que ambas naciones han alcanzado un entendimiento que garantiza la recepción de deportados, asegurando un trato digno a los ciudadanos repatriados. «Hemos superado el impase con el Gobierno de Estados Unidos», señaló Murillo, destacando que Colombia continuará recibiendo a sus ciudadanos retornados bajo condiciones que respeten sus derechos fundamentales.

Murillo agregó que, en ese contexto, él y el embajador García-Peña «viajarán a la ciudad de Washington en los próximos días para sostener reuniones de alto nivel que den seguimiento a los acuerdos resultado del trabajo conjunto que llevó al intercambio de notas diplomáticas entre los dos gobiernos». «Seguiremos recibiendo a los colombianos y a las colombianas que retornen en condición de deportados garantizándoles las condiciones dignas como ciudadanos sujetos de derechos», ha agregado Murillo en la lectura del comunicado.

Por su parte, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que aseguró que el Gobierno colombiano ha «aceptado todos los términos» planteados por el presidente Donald Trump. Entre estos se incluye la recepción inmediata de deportados, sin restricciones ni demoras, utilizando incluso aviones militares estadounidenses para agilizar los traslados. «El presidente Trump continuará protegiendo con fuerza la soberanía de nuestra nación y espera que otros países cooperen plenamente en este esfuerzo», ha declarado la portavoz Karoline Leavitt.

La amenaza de sanciones había sido contundente. Trump había anunciado la imposición de aranceles del 25 % a las importaciones colombianas, con la posibilidad de elevarlos al 50 % en una semana, además de la revocación de visas para altos funcionarios colombianos y sus familias. También se establecieron inspecciones reforzadas en aduanas y controles fronterizos para ciudadanos y mercancías provenientes de Colombia, acompañadas de sanciones fiscales, bancarias y financieras.

El enfrentamiento alcanzó un punto álgido con un gesto simbólico del presidente Trump, quien publicó en su red Truth Social una imagen generada por inteligencia artificial en la que aparecía vestido como un mafioso, junto a las siglas FAFO («Fuck Around and Find Out»), un mensaje que fue interpretado como un desafío directo a Bogotá.

Un acuerdo bajo presión

El pacto finalmente alcanzado supone un respiro en las relaciones bilaterales, pero también deja entrever tensiones latentes. Según el comunicado oficial de la Casa Blanca, el compromiso de Colombia implica aceptar sin objeciones los vuelos de deportados, mientras que Estados Unidos se abstendrá de implementar aranceles y sanciones adicionales, siempre y cuando el acuerdo se respete. Sin embargo, las restricciones de visado y las inspecciones aduaneras más estrictas continuarán en vigor hasta que se verifique la llegada del primer vuelo con deportados.

Combo de fotografías donde aparece el presidente de Colombia, Gustavo Petro y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump

Combo de fotografías donde aparece el presidente de Colombia, Gustavo Petro y el presidente de los Estados Unidos, Donald TrumpEFE

El presidente Petro, por su parte, respondió inicialmente con una medida espejo, anunciando aranceles del 25 % a las importaciones estadounidenses, aunque estas represalias quedaron suspendidas con el acuerdo. Petro destacó que la prioridad de su Gobierno es garantizar que los deportados sean recibidos con condiciones dignas, algo que había sido el eje del desacuerdo inicial.

Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, que exporta petróleo refinado, oro, carbón, café y flores al mercado estadounidense. Para Washington, Colombia ocupa el puesto 23 en la lista de socios comerciales, pero representa un comprador clave de productos agrícolas como el maíz.

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