Estados Unidos regresa al Consenso de Ginebra
Estados Unidos confirma su regreso al Consenso de Ginebra con Trump y desafía a la ONU
El retorno de EE.UU. al pacto es visto como un desafío directo a la ONU y a las organizaciones internacionales que abogan por un reconocimiento universal del aborto
La Administración de Donald Trump ha oficializado el regreso de Estados Unidos al Consenso de Ginebra, una coalición internacional que promueve la salud de las mujeres, la defensa de la vida en todas sus etapas, la protección de la familia y la soberanía de las naciones frente a organismos internacionales como la ONU.
A través de una nota diplomática firmada el pasado viernes, la Misión de Estados Unidos ante Naciones Unidas solicitó formalmente la reincorporación del país a la iniciativa. El nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó la decisión ante la prensa, asegurando que el gobierno de Trump reafirma su compromiso con la promoción de la salud femenina y la preservación de los valores familiares.
El Consenso de Ginebra fue lanzado en 2020 bajo el liderazgo de Estados Unidos, junto con Hungría, Egipto, Brasil, Indonesia y Uganda. Sin embargo, en enero de 2021, el entonces presidente Joe Biden ordenó la salida del país de la coalición, alineándose con la postura de organismos internacionales que defienden el acceso al aborto como un derecho fundamental. Con el regreso de Washington al bloque, la alianza alcanza ahora 40 países miembros, consolidándose como un contrapeso a las presiones de Naciones Unidas y otros actores globales.
El retorno de EE.UU. al pacto es visto como un desafío directo a la ONU y a las organizaciones internacionales que abogan por un reconocimiento universal del aborto como derecho humano. El documento fundacional del Consenso de Ginebra rechaza cualquier interpretación que imponga el aborto como obligación legal en los Estados miembros, una postura que choca frontalmente con la línea adoptada por Naciones Unidas y la Unión Europea.
La presidenta del Institute for Women’s Health, Valerie Huber, principal promotora de la coalición, elogió la decisión de Trump y destacó su liderazgo en la defensa de estos principios.
«Este es un momento crucial para el avance de la salud auténtica de las mujeres, la soberanía nacional y la lucha contra el colonialismo ideológico (...). Con este paso, EE.UU. recupera su liderazgo en la diplomacia sanitaria global y fortalece a las naciones que priorizan la salud de las mujeres por encima de agendas divisivas.»
