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Fotografía de una cooperante de UNRWA, en la Franja de Gaza

Fotografía de una cooperante de UNRWA, en la Franja de Gaza@UNRWA

¿Qué pasa ahora con la UNRWA? Netanyahu ya tiene planes para la agencia de la ONU que prohibió

Este jueves 30 de enero entra en vigor el veto israelí a la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos que prohíbe todas sus actividades en Israel

La guerra entre Israel y Hamás ha tenido como víctima colateral la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Este jueves, 30 de enero, entra en vigor la prohibición, aprobada por el Gobierno de Benjamin Netanyahu el pasado mes de octubre, de todas las actividades de la agencia de Naciones Unidas en el país hebreo. Esta medida, en la práctica, supone una restricción severa y pone límites a su misión en la franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.

Asimismo, la ley, que salió adelante en la Knéset –Parlamento israelí– sin apenas oposición, prohíbe a las autoridades locales establecer cualquier tipo de contacto con la UNRWA. A seis días de que el veto israelí sobre la agencia de Naciones Unidas se hiciera efectivo, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, recordó, en una carta al secretario general, António Guterres, que la UNRWA «debe cesar sus operaciones en Jerusalén y evacuar todos los edificios que utiliza en la ciudad a más tardar el 30 de enero».

El diplomático acusó a Guterres, con quien ha protagonizado múltiples desencuentros desde que Israel iniciara su campaña militar en Gaza en respuesta al brutal ataque terrorista de Hamás contra el sur del país el 7 de octubre de 2023, de «ignorar descaradamente las pruebas aportadas por Israel sobre la falta de neutralidad de la organización y sus vínculos con el terrorismo». Danon justificó así la polémica decisión del Gobierno de Israel y aseguró que ha sido la ONU quien les ha obligado a «actuar de forma responsable con sus ciudadanos, responder con decisión y poner fin a su cooperación con la UNRWA».

Este martes, antes de la reunión del Consejo de la ONU donde se iba a debatir la situación en Oriente Medio, el diplomático hebreo insistió en que el país suspenderá «toda comunicación de colaboración y contacto con UNRWA o cualquier persona que actúe en su nombre» y dio 48 horas a la organización para evacuar sus centros en Jerusalén, incluidas las propiedades situadas en Ma'alot Dafna y Kfar Aqueb. Donald Trump secundó la medida de su gran aliado. «Es una decisión soberana de Israel. Estados Unidos apoya la implementación de esta decisión», declaró Dorothy Shea, la nueva embajadora de Washington ante la ONU.

Israel acusa a la agencia de «terrorismo» y denuncia que entre sus empleados existe una gran presencia de milicianos de Hamás. De hecho, en enero de 2023, denunció a docenas de trabajadores por participar en la masacre del 7-O en el que miles de terroristas palestinos se infiltraron en territorio israelí, matando a sangre fría a más de 1.200 personas y tomando como rehenes a otras 250, 90 de ellas aún siguen cautivas. La ONU anunció entonces el despido inmediato de nueve de sus empleados por su «posible papel» en el ataque de Hamás.

Desde entonces, Israel, que ya llevaba mucho tiempo buscando la forma de acabar con la UNRWA, lanzó una ofensiva total contra la agencia y sus actividades en los territorios palestinos. Este 30 de enero, la agencia deberá desalojar su sede en Jerusalén Este, para la que el Gobierno de Netanyahu ya tiene nuevos planes.

El Estado judío planea construir, como ya adelantó la Autoridad de Tierras de Israel (ILA), en el terreno confiscado un bloque de 1.440 viviendas para israelíes. Una manera de asegurarse de que la UNRWA no podrá volver a operar en Jerusalén Este, ocupado y anexionado de forma unilateral por Israel en 1967, tras la Guerra de los Seis Días.

La agencia de la ONU, que asiste a unos seis millones de refugiados palestinos repartidos principalmente por el Líbano, Siria, Jordania, Cisjordania y Gaza, tendrá que trasladarse a su otra sede en la capital jordana, Amán. Aun así, la directora de comunicaciones de UNRWA, Juliette Touma, en declaraciones a Sky News, se mostró firme este martes y aseguró que planean quedarse y cumplir con sus obligaciones. En esta misma línea, Touma explicó que, con más de 5.000 empleados en Gaza, «UNRWA proporciona servicios críticos, incluyendo 16.000 consultas médicas diarias». «¿Quién distribuirá los alimentos y proporcionará atención médica si UNRWA se ve obligada a detener su trabajo?», reflexionó.

Por su parte, el máximo responsable de la Agencia para los Refugiados Palestinos, Philippe Lazzarini, advirtió de que impedir las operaciones de la organización podría «sabotear el alto el fuego en Gaza, frustrando una vez más las esperanzas de las personas que han pasado por un sufrimiento indescriptible». «Solo en los primeros tres días de la tregua, la UNRWA llevó alimentos a un millón de personas. Nuestros equipos ya distribuyeron alimentos a alrededor de 300.000 personas, incluso en el norte de Gaza», defendió. Israel aboga por que estas tareas sean absorbidas por otras organizaciones o, incluso, por ACNUR, la otra agencia de la ONU para los Refugiados.

Ante este complejo escenario, Lazzarini admitió, durante su intervención ante el Consejo de la ONU este martes, que la nueva legislación «socava» las labores de la Agencia y «se burla del derecho internacional». La intención del Gobierno de Netanyahu, para el comisionado General de UNRWA, es «complicar la presencia de personal internacional y forzarnos a revisar nuestro modus operandi». A pesar de todas las trabas, la organización asegura que seguirá realizando sus tareas más allá de la fecha límite impuesta por Israel, amparada en la inmunidad que le concede la Carta de las Naciones Unidas.

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