
Rickard Andersson es el presunto autor del ataque en Suecia que dejó, al menos, 11 muertos
Todo lo que se sabe sobre el supuesto autor del ataque más mortífero en la historia de Suecia
Este martes se congeló el corazón de todos los suecos cuando la prensa local empezó a publicar que había habido un tiroteo en una escuela para mayores en la localidad de Örebro, una ciudad situada a unos 200 kilómetros de la capital, Estocolmo. Las primeras informaciones apuntaban a cinco heridos en el suceso. Un día después, el recuento oficial ya habla de 11 personas muertas y varios heridos, algunos de ellos en estado grave, convirtiéndose en el acto más mortífero en la historia del país nórdico.
El tiroteo ocurrió a plena luz del día, en la escuela para adultos Risbergska skolan. Rápidamente, las autoridades confirmaron que el autor del suceso se encontraba entre los fallecidos, se descartaron motivaciones terroristas y se sospecha que actuó solo, aunque todavía sin confirmación oficial.
El medio local Aftonbladet apunta que la Policía sueca ha detectado al supuesto autor y se trataría de Rickard Andersson, un ciudadano de 35 años que había pasado gran parte de su vida en aislamiento. Fuentes cercanas a él y las investigaciones iniciales han coincidido en describirlo como un individuo socialmente desconectado, alguien que prefería la soledad y evitaba las interacciones sociales.
Sus dificultades para relacionarse y adaptarse durante la niñez no mejoraron con el tiempo, convirtiéndose su falta de relaciones una constante en su vida. Nunca fue llamado para realizar el Servicio militar obligatorio, debido a su bajo rendimiento económico —lo confirmó el Servicio Militar sueco en una carta al medio Aftonbladet— que le impedía cumplir con los requisitos necesarios para el aislamiento.
Al menos 11 personas han muerto en el suceso
Sin embargo, lo que sorprende, es que a pesar de sus problemas académicos y de salud mental, Andersson obtuvo licencias para poseer cuatro rifles de caza, un hecho que ha generado gran controversia en Suecia.
La conexión con los servicios sociales
Uno de los aspectos más relevantes en este caso es la relación de Andersson con los servicios sociales. Según fuentes cercanas, el presunto atacante había tenido disputas con la trabajadora social encargada de su caso, lo que sugiere que el ataque podría estar vinculado a una venganza personal contra el sistema social. La policía también ha señalado que varios empleados de los servicios sociales han desaparecido tras el tiroteo, lo que podría indicar que el ataque estuvo dirigido de manera intencionada hacia esta institución.
Una de las principales teorías que los investigadores están barajando es que Rickard Andersson no tenía ingresos, ya que perdió su ayuda financiera después de no cumplir con los requisitos para solicitar trabajo, lo que lo dejó sin apoyo económico. Esto podría haber generado un profundo resentimiento hacia las autoridades y el sistema que, según parece, no le brindó el respaldo que él esperaba.

Las autoridades en el lugar de los hechos
La pregunta sin respuesta
Uno de los puntos más inquietantes de este caso es cómo una persona con antecedentes de problemas mentales y de comportamiento aislado pudo acceder a licencias de armas y ser capaz de llevar a cabo un ataque tan devastador. Aunque se requiere que los solicitantes de armas pasen pruebas de idoneidad, el hecho de que Andersson pudiera obtener armas sigue siendo un tema polémico que está siendo investigado por las autoridades. En este contexto, surgen varias preguntas sobre la efectividad de los controles de seguridad y el sistema de otorgamiento de licencias en Suecia, un país con leyes relativamente estrictas en cuanto a armas.
El tiroteo ha generado una gran consternación tanto en Suecia como a nivel internacional. Ulf Kristersson, el primer ministro sueco, calificó el ataque de «lo peor en la historia del país», y expresó sus condolencias a las familias afectadas, describiendo el acto como una violencia «brutal e incomprensible».