Elecciones en Venezuela
César Pérez Vivas, excandidato venezolano: «Esta contienda electoral es una lucha existencial para la nación»
Venezuela, ante el reto de derrotar en las urnas al chavismo e iniciar la reconstrucción del país, deberá hacer frente a las duras consecuencias de décadas de autoritarismo
Venezuela se encuentra ante un proceso político que se parece, en cierto modo, a una contienda electoral, pero que no tiene las características propias de una elección democrática.
Parece, más bien, un evento en el que el gobierno se ve forzado a participar, pues, lo que le queda de apariencia de democracia, lo obliga, y en un esfuerzo desesperado para mantenerse en el poder sigue apelando a la arbitrariedad, el ventajismo, el atropello, la represión y la mentira.
Asistimos, pues, a un evento electoral con características plebiscitarias, en el marco de un régimen autoritario que manipula de forma extrema, que lo adelanta violando las más elementales normas de trasparencia: respeto a los derechos de todos los actores, garantía de las libertades civiles y políticas e igualdad ante la ley.
Sobre estos temas conversamos con César Pérez Vivas, excandidato socialcristiano en las elecciones primarias opositoras y ahora uno de los líderes destacados que acompaña a María Corina Machado y al candidato Edmundo González en la campaña.
Acerca del hostigamiento a la oposición, Pérez Vivas afirma que «por esas razones, más allá de la esperanza, debemos tener presente la realidad en la que nos estamos moviendo. La camarilla entronizada en el poder no cesa un minuto en sus tareas de hostigar a la sociedad, en su afán por lograr su cometido de dividir, paralizar e inmovilizar a la ciudadanía, y como muestra están los 37 dirigentes opositores detenidos, solo en los últimos meses. Esa política no va a cambiar en los días que faltan para el evento electoral».
–¿Y qué hará el liderazgo opositor al respecto?
–El nuevo liderazgo político de la oposición, enfrenta el desafío de continuar librando su batalla por la democracia y la libertad en medio de un campo minado, sin reglas claras, sin árbitros confiables, sin observación internacional y en medio de una gran incertidumbre respecto a si habrá elecciones.
Lo que sí parece estar claro es que el pueblo venezolano ha elevado su nivel de consciencia política acerca de la magnitud del desastre existente en todos los ámbitos de la vida de la nación y está decidido a actuar por la vía del ejercicio del voto y a desalojar a Maduro y su desgobierno en el poder.
Veinticinco años bajo el mandato de un régimen hegemónico y autoritario portador de una psicopatología política, con una economía arruinada, una pobreza en expansión, con terribles carencias de servicios básicos y una brutal estampida humanitaria en la última década que alejó del país al 25 % de la población, han obligado a entender que esta contienda es una lucha existencial para nuestra nación, pues la profundidad del daño causado es colosal, especialmente en el ámbito económico y sociocultural.
–¿Vista la situación de deterioro del país, cuanto tiempo se requerirá para recuperarlo?
–Los daños materiales causados por este gobierno fallido, se podrán recuperar en un lapso de tiempo medio, pero las lesiones causadas a la salud, a la mente, al espíritu, a la cultura y por ende al comportamiento de importantes sectores de nuestra sociedad tomará más tiempo y podría abarcar varias generaciones.
–La pérdida de talento humano producto de la migración, una buena parte de ella viviendo en España, es una tragedia. ¿Cómo afectara eso la recuperación del país?
–Esa dura realidad será un factor que limitará la calidad de los recursos humanos para impulsar el desarrollo integral del país en los próximos años. Ya de por sí, la estampida humanitaria nos ha privado de un volumen elevado de talento y de fuerza productiva. Ambos elementos, población enferma y población migrada, tendrán su impacto en el proceso de reconstrucción a acometer con el albor de la democracia.
Termina diciendo que «es en ese contexto económico, político y sociocultural que el pueblo venezolano, guiado por sus líderes, libra la lucha para promover elecciones libres y transparentes, lograr la transición hacia la democracia e iniciar el proceso de reconstrucción espiritual, moral y material de la República, pero es también, precisamente este, el momento adecuado para producir el cambio con el cual podemos iniciar la reconstrucción».
–No obstante, sabemos que la materialización del cambio político no significa que toda la sociedad haya comprendido más allá de lo cotidiano y de lo material, las causas reales y la magnitud de la tragedia, ¿qué opina usted?
–La tarea de lograr la transición democrática y pacífica, restaurar las instituciones y reconstruir la economía, debe ir de la mano de una labor cultural, espiritual y educativa que sane el alma, eleve la calidad del ser humano e instaure una cultura democrática, ética y social capaz de construir una nación de paz, bienestar, respeto, fraternidad y justicia.
De ahí que el compromiso, tanto de los líderes, del candidato y de los 24 partidos y movimientos que hoy lo apoyan, va más allá de concretar en el evento electoral del 28 de julio una victoria y lograr una transición pacífica del poder.