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04 de julio de 2024

Alex Fergusson
AnálisisAlex FergussonEl Debate en América

El proyecto de Ron Santa Teresa que ha reinsertado a 200 pandilleros en Venezuela

El Proyecto Alcatraz tiene en el rugby un eje fundamental, pues fomenta unos valores muy vinculados con el compañerismo, la honradez y la voluntad de superación

Actualizada 04:30

Decenas de jóvenes que estaban en grupos violentos se han reinsertado a la sociedad gracias al deporte

Decenas de jóvenes que estaban en grupos violentos se han reinsertado a la sociedad gracias al deporteCortesía

Desde 2003, la empresa venezolana Ron Santa Teresa inició el Proyecto Alcatraz, que ha reinsertado a 200 jóvenes pertenecientes a once bandas criminales, en Venezuela, transformando por completo uno de los lugares más peligrosos del país. La clave ha sido un arma secreta, el rugby.

El Proyecto Alcatraz de Santa Teresa, un programa social que desde hace casi 20 años recluta bandas criminales, las rehabilita y las reinserta en la sociedad a través de diversas iniciativas, con el rugby y sus valores como eje central.

Su origen es casi de cuento de terror que devuelve la fe en la humanidad: en marzo de 2003, tres jóvenes delincuentes irrumpieron en la Hacienda Santa Teresa (en el municipio de Revenga, ubicado en el estado de Aragua, cuya capital es Maracay), donde se hace el ron premium venezolano por excelencia, para cometer un robo con violencia.

«Asaltaron a un inspector de seguridad y casi lo matan», relata Alberto Vollmer, actual presidente de Ron Santa Teresa, una empresa gestionada por la misma familia desde 1796. «Los logramos capturar y les dimos la opción de trabajar para nosotros para compensar su delito o entregarlos a la Policía».

«Ellos aceptaron, se lo contaron al resto y al poco teníamos a los 22 miembros de la banda trabajando para nosotros. Luego reclutamos a la banda enemiga y ambas hicieron las paces, con lo que se corrió la voz y pronto empezaron a venir miembros de otras bandas a pedirnos trabajo».

En los últimos 18 años, el Municipio Revenga ha sido testigo de un milagro: hasta once bandas criminales han sido desarticuladas sin intervención policial y sin el uso de la violencia, y la tasa de homicidios ha descendido casi un 95 % en uno de los lugares más peligrosos del país, de 114 a menos de diez por cada 100.000 habitantes. Un total de aproximadamente 200 jóvenes con pasado delictivo han sido reinsertados.

Tiene en el rugby un eje fundamental pues fomenta unos valores muy vinculados con el compañerismo

El Proyecto Alcatraz es, sin embargo, mucho más que un programa de reinserción social a través de oportunidades laborales. Tiene en el rugby (el deporte favorito de Vollmer), un eje fundamental pues fomenta unos valores muy vinculados con el compañerismo, la honradez y la voluntad de superación, y en Santa Teresa tuvieron la idea de animar a estos jóvenes con problemas a practicarlo de manera frecuente, para enseñarles a levantarse una y otra vez después de cada caída para transformarse y seguir adelante.

Así nació el Alcatraz Rugby Club y sus dos patas también fundamentales: un programa de Rugby Escolar y Comunitario (2007) para prevenir la delincuencia entre los jóvenes del municipio y un programa de Rugby Penitenciario (2013) para llevar los valores del deporte a quienes, privados de libertad, sienten que no hay esperanza de redención.

Del programa de Rugby escolar y comunitario, en el que participan alrededor de 2.000 personas, salieron nuevos jugadores para las filas de Alcatraz Rugby Club, que dejó de ser un equipo donde sólo participaban delincuentes para convertirse en el más competitivo del rugby venezolano.

Asimismo, hasta la fecha, más de 900 reclusos privados de libertad reciben formación todas las semanas en valores a través de la práctica del rugby en 32 centros penitenciarios de Venezuela, como una forma de favorecer su reinserción en la sociedad y evitar la reincidencia una vez salgan al exterior.

Algunos de los protagonistas venezolanos de este programa han estado visitando España para contarles cómo les cambió la vida y desde enero de 2023, el rugby penitenciario comenzó a replicarse en el Centro Penitenciario Madrid II, en alianza con la Fundación rugby Cisneros de Madrid.

Allí pondrán en práctica esta metodología, con el acompañamiento de los técnicos venezolanos, quienes van todas las semanas a esta cárcel a llevar un rayo de esperanza a través del rugby y sus valores.

Los promotores consideran que los centros penitenciarios en España no solamente son una referencia en ese país sino también para Europa, a donde el programa aspira a expandirse.

Actualmente son 40 los reclusos que practican rugby semana a semana, y el próximo 1 de junio tendrá lugar un evento en el campo de rugby del Estadio Complutense de Madrid, el cual marcará un hito en la historia de los centros penitenciarios de la nación ibérica pues, los internos cambiarán el cemento de las cárceles por el verde de la grama; podrán abrazar a sus familias, podrán sentirse libres por un día y además demostrarán que las oportunidades de redención son una realidad.

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