Fraudes
El 'Caso Escámez', la mayor estafa de la historia de la Lotería de Navidad
A pesar de los esfuerzos por ocultar la trama, la estafa salió a la luz y comenzó a tomar forma como uno de los fraudes más grandes de la historia
El 22 de diciembre es uno de los días más esperados por muchos españoles. De hecho, la llegada de la Lotería de Navidad no solo despierta ilusión y esperanza en millones de participantes, sino que también es un momento en el que pueden aparecer numerosos casos de estafas y fraudes.
En este sentido, el 'Caso Escámez' es conocido por ser la mayor estafa de la historia, ya que es un fraude que no solo conmocionó a toda una población, sino que consiguió marcar un antes y un después en la regulación de las administraciones de lotería.
En 1951, Miguel Escámez, propietario de las administraciones de lotería La Europa y Doña Francisquita en Sevilla, ideó un plan fraudulento. Concretamente, imprimió y vendió miles de participaciones falsas de los números 02704 y 02703, superando ampliamente los décimos que realmente poseía.
El principal objetivo de todo ella era, principalmente, beneficiarse de la venta de estos décimos, confiando en que era muy complicado que resultasen premiados el día del sorteo. No obstante, el 22 de diciembre de 1951, el número 02704 fue agraciado con el Gordo de la Lotería de Navidad.
La ´mala suerte´ para él fue que desató todo un escándalo, ya que únicamente disponía de un billete del número ganador, mientras que había vendido miles de décimos que estaban premiados.
¿Cuál fue su condena?
Posteriormente, al ser incapaz de pagar a todos los supuestos ganadores, la estafa salió a la luz y la Policía nunca logró determinar con precisión cuántas participaciones fraudulentas imprimió y comercializó. Según afirmó Escámez, vendió más de 60.000 décimos, por lo que unas 5.000 personas se vieron afectadas por la estafa.
Miles de ciudadanos creyeron haber ganado más de 2.500 euros con una inversión mínima, pero su ilusión se desmoronó rápidamente. Como resultado, Miguel Escámez fue condenado a 22 años de prisión, mientras que sus compañeros, Manuel Barba y Antonio García, recibieron penas de hasta ocho años de cárcel por su complicidad.
Este caso dejó una huella imborrable en la historia de la Lotería de Navidad. Durante más de diez años, se llevó a cabo un extenso proceso de embargo de bienes de los implicados para repartir los premios de manera justa entre los afectados. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por resarcir a las víctimas, muchos nunca llegaron a recibir el dinero prometido.