El adBlue se reposta junto con el combustible

El adBlue se reposta junto con el combustible

Práctico

La avería frecuente que tienen miles de coches diésel y cómo evitarla

La reducción de emisiones contaminantes está provocando un nuevo tipo de averías en los motores alimentados por gasóleo

El año 2014 se puso en funcionamiento el adBlue. Se trata de un aditivo que utilizan prácticamente todos los coches con motor diésel y que permite reducir las emisiones contaminantes NOx de una forma sencilla y barata.

A grandes rasgos su funcionamiento es sencillo: esta sustancia, derivada de la urea, se pulveriza sobre los gases de escape y gracias a una reacción química reduce las emisiones contaminantes del coche.

60 céntimos el litro

El adBlue se almacena en un depósito independiente similar al de la gasolina pero más pequeño, aunque normalmente el consumo es bajísimo. Un coche normal tiene un depósito entre 15 y 20 litros de esta sustancia que cuesta a razón de 60 céntimos el litro y con el mismo tenemos para recorrer entre 6.000 y 8.000 kilómetros.

Surtidor de adBlue en gasolinera de Repsol

Surtidor de adBlue en gasolinera de Repsol

El único problema es que si el coche detecta que no tenemos adBlue, no arranca, lo que puede provocar que nos quedemos tirados en mitad de la carretera. El proceso de repostaje es similar al del gasóleo y puede realizarse en cualquier estación de servicio.

Avería frecuente

Lo que no es de dominio público es que esta sustancia tiene tendencia a cristalizarse y solidificarse con facilidad, lo que puede provocar una avería de consideración tanto en la propia bomba de adBlue como en los conductos del sistema.

Para ello es conveniente que no tengamos el coche parado durante mucho tiempo, con que una vez a la semana lo pongamos en funcionamiento y circulemos con el mismo es suficiente, y si puede ser en carretera mejor, pues lo agradecerá tanto el adBlue como la batería del automóvil y el propio motor.

El tapón azul sirve para repostar adBlue

El tapón azul sirve para repostar adBlue

De la misma forma en los talleres ya saben que cuando realizan la revisión de un automóvil diésel deben limpiar todo el sistema de inyección del adBlue para evitar que cristalice. También hay líquidos adBlue específicos que evitan este problema, aunque son algo más caros merece la pena su utilización. La avería por la cristalización de este producto puede costar entre 1.000 y 2.000 euros.

Los automóviles con adBlue nos avisan cientos de kilómetros antes de que se agote este compuesto para rellenar el depósito, con lo cual es sencillo estar preparados y evitar que se gaste y nos quedemos tirados.

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