Las ciudades vuelven a colapsarse en las horas punta

Las ciudades vuelven a colapsarse en las horas punta

Tráfico

El comportamiento cada vez más habitual camino del trabajo que amenaza con perseguir la DGT

La llegada del otoño, los colegios y el fin del teletrabajo han contribuido a que las ciudades hayan recuperado con rapidez niveles elevados de saturación de tráfico

El final del teletrabajo, un beneficio al que tienen acceso ya los empleados de muy pocas empresas, ha supuesto el regreso de la hora punta a las ciudades y las carreteras, con una densidad de tráfico insólita que es incluso peor que la que existía antes de que la epidemia de Covid lo cambiara todo.

Aunque las grandes cifras del tráfico dicen que la densidad de la circulación en las grandes ciudades ha bajado, la realidad es que basta con tratar de cruzar cualquier ciudad española en hora punta para poner en duda esta afirmación que afecta a millones de conductores cada día.

La DGT avisa

En este caso la DGT ha intervenido a través de redes sociales, tal y como es cada vez más habitual, para sacar a la luz y criticar un comportamiento que ha calificado como «insolidario», pues es fuente directa de accidentes sobre el asfalto.

Muchos conductores creen que el otro carril siempre va más rápido

Muchos conductores creen que el otro carril siempre va más rápido

En concreto se trata a lo que ha denominado zigzaguear, o lo que es lo mismo, ir cambiando de carril a carril para buscar adelantar coches y terminar por colarse en el que el tráfico es más fluido.

Eterno descontento

Tal y como recuerda la DGT, esta maniobra puede llegar a ser sancionada como conducción temeraria, pues los constantes cambios de carril no sólo ralentizan la marcha del resto de los vehículos, sino que además pone en riesgo su integridad, pues es fuente de accidentes.

La Guardia Civil suele parar a los coches que se cambian de carril en los atascos

La Guardia Civil suele parar a los coches que se cambian de carril en los atascos

En paralelo, realizar este tipo de maniobras, independientemente de que usemos o no el intermitente (hay muchos que ni lo usan) puede sancionarse con hasta 200 euros de multa, quedando bajo la decisión de la autoridad una posible retirada de puntos.

La regla de las tres letras

En este caso la DGT recuerda la norma de las tres letras: RSM, que significa que a la hora de cambiar de carril lo primero es mirar el retrovisor, tras lo que tenemos que señalizar y por último maniobrar.

Dejando claro que se trata de una maniobra que no debemos usar nunca en un atasco para ganar posiciones.

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