Para a repostar su Ferrari y termina incinerado. Moraleja: los coches de gasolina también arden

Hace meses que tan sólo se habla de los incendios de los coches eléctricos, pero la realidad es que con los datos en la mano las estadísticas dicen que los coches eléctricos arden hasta ocho veces menos que los de combustible.

Aunque para ser sinceros habría que apostillar que cuando arde un coche eléctrico las cosas suelen complicarse mucho, pues no hay forma humana de apagarlo y los bomberos pueden llegar a gastar miles de litros de agua, mientras que las espumas específicas o las mantas ignífugas pueden llegar a arder debido a la capacidad calorífica de las baterías.

Todos arden

En este contexto que arda un coche de combustible parece haberse convertido casi en algo excepcional, más aún si como ha ocurrido en este caso el protagonista del incendio es nada menos que un Ferrari.

En este caso se trata de un F-430 que paró hacia las 18:00 horas para repostar en una estación de servicio en Tennessee, en concreto en la gasolinera de Citgo de Signal Mountain, cuando de repente comenzó a arder sin explicación alguna.

¿Fallo de diseño?

Conviene remitirse al expediente mecánico de este espectacular modelo, pues hace ya años que Ferrari tuvo que retirar casi 2.000 unidades fabricadas entre 2005 y 2007 por problemas de autoincendios. Por lo visto con la temperatura los manguitos pueden llegar a romperse y provocar una fuga de combustible.

Aunque la unidad de la imagen no debería estar afectada por el problema, en foros hablan de dos posibilidades, manguitos viejos o un problema en el diseño que permite que el colector de escape caliente entre en contacto con el combustible o el aceite y provoque un incendio.

Afortunadamente los bomberos de Signal Mountain apagaron el coche en cuestión de minutos, aunque el V8 ha quedado completamente inutilizado y no parece que el coche vaya a tener mucho más recorrido por delante.