Contagiaba su entusiasmo por el cliente

Conocí a Joaquín en el año 1983 cuando entró a formar parte del despacho Gómez-Acebo & Pombo, justo después de su etapa política como diputado del Congreso por Granada en la Legislatura Constituyente y en la I Legislatura, y desde entonces hasta el día de su reciente fallecimiento hemos seguido en contacto. Y por estos 41 años me siento legitimado y sobre todo honrado para escribir estas breves notas sobre su personalidad y sobre algunas experiencias que he compartido con el.

Joaquín como abogado, contagiaba su entusiasmo por el caso, por el cliente, por los Tribunales, no le afectaban las derrotas que te encuentras por el camino, él veía la foto final, el ganador de la guerra. Transmitía confianza. Tenía un carácter conciliador y era riguroso en su trabajo.

Joaquín como abogado institucional. Desde muy pronto tuvo un sentido institucional de la profesión muy arraigado y a ello le dedicó una parte relevante de su tiempo, como diputado de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y como Secretario General del Consejo General de la Abogacia de Madrid. Soy conocedor que la cantidad y calidad del tiempo que Joaquín ha dedicado a ambas Instituciones y de la impronta que ha dejado en las mismas.

En Joaquín como abogado internacional quiero resaltar su actividad como letrado de clientes a los que tenía que aconsejar y acompañar por distintos países, especialmente por Latinoamérica, su región preferida, así como a través de asociaciones internacionales, tales como la Unión Internationale des Avocats, (UIA), creada en 1927, con más de dos millones de abogados como socios, que desarrollaba su actividad a través de congresos nacionales e internacionales a los que asistía Joaquín con la asiduidad que le permitían sus obligaciones profesionales.

Solo dos pinceladas para apreciar la importancia de esta organización en la que Joaquín fue muy activo. La UIA posee un estatus consultivo especial ante Naciones Unidas y participativo ante el Consejo de Europa. Quiero mencionar que la insigne abogada española Urquiola de Palacio, amiga y compañera de Joaquín y mía, ha sido la segunda mujer en toda la historia de esta organización en haber sido presidenta de la UIA.

Por estos y por otros merecimientos le fueron otorgadas, entre otras condecoraciones, la Orden del Mérito Constitucional, la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, y la Gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacia.

Joaquín como padre de Rosario, Joaquín misionero redentorista y Javier, como abuelo de sus seis nietos tenía una vida familiar regular, divertida y agradable. Estaban siempre los unos para los otros. Hasta el final.

Joaquín como amigo: No te fallaba, siempre dispuesto a darte un consejo, a echarte una mano. Adiós amigo, adiós compañero de trabajo.

• Gonzalo Ulloa Suelves es abogado