Fundado en 1910
Francisco González Valer

Congregación de «Hijos de la Sagrada Familia»

Mons. Francisco González Valer (1942-2024)

El obispo soriano de los hispanos de Washington

Juan Pablo II le confirió la dignidad episcopal para atender específicamente a una comunidad de creciente importancia

Francisco González Valer icono
Nació en Arcos de Jalón el 22 de mayo de 1939 y falleció en Barcelona, adonde había regresado tras medio siglo en Estados Unidos, el 4 de marzo de 2024

Francisco González Valer

Obispo

Licenciado en Teología, máster en Educación Comparada e Internacional, fue párroco, docente, rector de seminario y obispo auxiliar de Washington DC entre 2001 y 2014.

Difícil era presagiar que un joven seminarista de la localidad soriana de Arcos de Jalón acabase de obispo auxiliar de la capital de la primera potencia del mundo. Mas el destino de Francisco González Valer cambió en 1960 cuando desde su familia espiritual, los Hijos de la Sagrada Familia –fundada hace exactamente 160 años por el santo ilerdense José Manyanet–, le invitaron a cruzar el Atlántico para cursar sus estudios de Teología en la Universidad Católica de América, con sede en Washington DC, si bien recibió la ordenación sacerdotal el 1 de mayo de 1964 en la cercana Diócesis de Richmond –sufragánea de la de Baltimore– a manos de su titular, monseñor John Joyce Russell, un prelado muy comprometido con la defensa de los derechos civiles.

El nuevo sacerdote González Valer cruzó la extensa geografía estadounidense para comenzar su actividad en la Diócesis de Santa Fe, en Nuevo México, antes de volver, tras haber desempeñado diversas responsabilidades docentes, fugazmente a España entre 1975 y 1976. De regreso a Estados Unidos, sirvió como párroco en Greeley, Colorado, antes de afincarse definitivamente en Washington DC a mediados de la década de los ochenta. Para entonces, la comunidad hispana, por medio de la inmigración, había crecido en importancia en buena parte de Estados Unidos y de modo especial en la zona de la capital del país; de ahí la necesidad de una atención pastoral específica.

Así fue como González Valer asumió el cargo diocesano de director de Movimientos hispanos y latinos, que compaginó durante 10 años con el de los Cursillos de Cristiandad y con la de comunidades carismáticas. La mezcla de estas tres actividades resultó fructífera para mantener la fe de sus destinatarios hispanohablantes y así poder como un grupo singular y activo dentro de la Diócesis. Sin ir más lejos, tienen en El Pregonero –en el que González Valer fue columnista durante años– su propio periódico.

Un balance notable que desembocó en los sucesivos nombramientos de González Valer como rector del seminario de los Hijos de la Sagrada Familia en Maryland y vicesuperior de su congregación a nivel nacional. Hasta que en 2001, San Juan Pablo II estimó que los hispanos de Washington DC, por su creciente número, precisaban de un obispo auxiliar propio. En pura lógica, se decantó por González Valer, que se convertía en el primer obispo procedente de los Hijos de la Sagrada Familia.

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