El hombre que cambió la historia del Betis

Si el Real Betis Balompié está ahora en Primera División es, en parte, gracias a la exitosa gestión llevada a cabo por Manuel Ruiz de Lopera. El empresario andaluz tomó las riendas del conjunto bético en el año 1996 y, después de un largo proceso, consiguió convertir al equipo en una sociedad anónima deportiva, uno de los aspectos más determinantes que se pueden llevar a cabo en el mundo del fútbol.

Don Manué, tal y como era conocido en el entorno bético, fue el salvavidas de un Betis que estaba más muerto que vivo y que estaba, como él mismo decía, en la UVI. Es decir, nadie confiaba en el equipo. Hasta que llegó Lopera y cambió absolutamente todo.

El empresario sevillano llegó al Betis en el año 1991 y alternó sus funciones de vicepresidente económico con las de consejero delegado del club, pero bajo su mandato como presidente, el Betis logró un total de dos ascensos (1994 y 2001), una Copa del Rey (2005), llegó a otra final (1997) y llevó al equipo por Europa, tanto en la Champions como en la extinta Recopa y la Copa de la UEFA.

Lopera fue un presidente distinto y uno de los directivos más carismáticos que se recuerdan en el mundo del fútbol. Una de sus anécdotas más célebres fue cuando despertó al entrenador del Betis de madrugada para así personarse en una fiesta organizada por los jugadores del conjunto verdiblanco. Además de eso, a sus futbolistas los premiaba con cheques regalo para gastar en El Corte Inglés.

Otro aspecto determinante de Lopera fue su gran sentido del humor cuando le tocaba hablar en público o ante los medios de comunicación. El sevillano siempre utilizó una terminología propia, como por ejemplo cuando él decía que era «diabético». Y no, ese término no tenía nada que ver con el azúcar y argumentó que era dos veces bético. O también la mítica frase empleada cuando se anunció el fichaje del brasileño Denilson por el Betis en 1998. «Hemos fichado a un jugador que para que nos lo quiten tienen que cerrar el banco».

Pero Lopera también fue conocido por sus innumerables salidas de tono y sus discusiones con algunos de los grandes periodistas de la época. La más sonora fue la que tuvo con el sevillista Luis Cuervas, su homólogo sevillista, en la Cadena COPE. «Yo no vengo de tomar whisky, yo vengo de mi trabajo. Si me tengo que tomar un whisky, me lo tomo porque sé tomármelo y tú no sabes», le dijo Cuervas. «Por eso tomo agua», respondió Lopera.

La nota negativa del mandato de Manuel Ruiz de Lopera al frente del Betis fue el descenso que sufrió el equipo en 2009. El beticismo se echó a la calle para protestar y esa fue una de las mayores reacciones de una afición de fútbol y ese día el mítico Rafael Gordillo fue aupado como si de un torero se tratase.

En definitiva, ese fue el principal motivo de su salida del Betis. El club fue intervenido judicialmente en 2010 y a partir de ahí comenzó el descenso a los infiernos de Lopera. En 2017, vendió el paquete accionarial y se abrió una nueva etapa para el Betis. En esos años, el sevillano optó por mantenerse alejado de los medios.

Manuel Ruiz de Lopera falleció el 23 de marzo de 2024 a los 79 años de edad como consecuencia de una diverticulitis, una enfermedad que inflama e infecta los divertículos que se encuentran en el sistema digestivo. En definitiva, se va un presidente irrepetible y que fue carismático en los buenos y en los malos momentos.