Raimundo González (1925-2024)
Puso a Murcia y su región en el mapa gastronómico internacional
El Rincón de Pepe fue el primer restaurante murciano en conseguir una estrella de la Guía Michelin
Raimundo González Frutos
Pese a tener antecedentes culinarios en su familia –a partir de una de sus bisabuelas–, empezó como dependiente de una taberna de vino antes de fundar El Rincón de Pepe. Con este establecimiento alcanzó fama internacional.
Cuando la Universidad de Murcia decidió otorgar a Raimundo González Frutos un doctorado honoris causa, publicó en su web un perfil del cocinero del que cabe destacar la anécdota según la cual el joven cocinero murciano viajó a Madrid con la esperanza de conocer a Pedro Chicote. No había concertado cita, así que se sentó en la barra del famoso local sito en Gran Vía durante un tiempo largo. Hasta que apareció el famoso restaurador y empezó a preguntarle sobre la longevidad de su estancia en la barra. González Frutos le contestó que su única pretensión era conocerle.
Entonces, ambos iniciaron una larga conversación en la que el joven cocinero murciano le informó de sus proyectos gastronómicos. Tan impresionado quedó Chicote por la solidez de los que oía, que preguntó a González Frutos si quería conocer al segoviano Cándido, el Mesonero Mayor de Castilla. Una sugerencia a la que, obviamente, accedió de inmediato. El primer encuentro entre los tres desembocó en el inicio de una relación privilegiada entre el «alumno» y quienes pasarían a convertirse en sus maestros. «Eran sus confidentes, sus referencias, sus faros guía», precisa el texto de la Universidad de Murcia.
El objetivo, a partir de ese momento, para González Frutos consistió en interpretar en clave local las enseñanzas recibidas. Lo consiguió a través de El Rincón de Pepe, el establecimiento que fundó en el centro de Murcia y que, con el paso del tiempo, completó con la edificación de un hotel. Las décadas de esfuerzo culinario por parte de González Frutos fueron recompensadas con la obtención, en 1974, de la siempre preciada primera estrella de la Guía Michelín. Nadie en Murcia, o en su región, había sido hasta entonces distinguido por semejante reconocimiento.
El prestigio adquirido fue corroborado por clientes de alto nivel: Francisco Franco, el Rey Juan Carlos, Felipe González -que le hizo algún que otro encargo para el Palacio de la Moncloa-, Ernest Hemingway, Orson o Manuel Vázquez Montalbán. Todos ellos, así como los clientes más anónimos, disfrutaban de una carta, en caso de que no tuvieran otras preferencias –Welles sentía de debilidad por la paletilla de cordero lechal a la murciana–, en la que sobresalían las especialidades que permitieron a González Frutos adquirir relevancia internacional, como el plato de berenjenas a la crema con gamba roja de Águilas o el arroz caldero.
Unas dificultades económicas surgidas en la década de los noventa obligaron a González Frutos a vender El Rincón de Pepe a una conocida cadena hostelera. Pero tanto el negocio como él, conservaron la buena fama. Y decir que había empezado como dependiente de una taberna de vino…