Referente de la industria del juguete

«Su visión, liderazgo y dedicación han sido pilares fundamentales en la construcción de la organización que hoy conocemos, siempre mostrando una profunda humanidad y un compromiso inquebrantable con todos los miembros del equipo», señaló Injusa (acrónimo de Industrial Juguetera, Sociedad Anónima) al informar, mediante comunicado, del fallecimiento de Antonio Berbegal Navarro, presidente de la empresa durante más de cuarenta años.

Berbegal era el segundo eslabón de una saga iniciada por su padre y homónimo en 1947, año en que fundó en la localidad alicantina de Ibi, bajo el nombre de Bermesan, una empresa juguetera, un sector industrial muy arraigado en aquella zona de España. Mas con un valor añadido que pudo comprobarse en 1957 al convertirse, según recuerda «Las Provincias», en la primera empresa española –y no solo juguetera– en «fabricar bicicletas y triciclos, a partir de tubos metálicos que obtenía de bidones de petróleo vacío y enrollaba a modo de cigarrillo».

La segunda transición –y la primera con Berbegal al mando– a la que Injusa se adaptó antes que sus competidoras fueron, a principios de los setenta, la sustitución de los juguetes de madera por los de plástico, tendencia aún dominante –si bien no exclusiva– de la industria juguetera. La tercera transición se produjo, alrededor de diez años más tarde, con la incorporación del componente eléctrico al juguete: de nuevo Bermegal se adelantó, pudiendo Injusa liderar la «carrera», nunca mejor dicho, de los primeros mini coches o mini motos motorizados. También la de los correpasillos.

Esta serie de aciertos permitió al empresario alicantino meter de lleno a Injusa en la economía globalizada: sin ir más lejos, a principios de siglo, exportó a China alrededor del tercio de su producción. La repatrió unos años después, cuando lo estimó oportuno, sin perjuicio alguno para la empresa. En la época más reciente, Berbegal –ya secundado por su hijo Luis, su sucesor– centró su interés en México, como rampa de lanzamiento hacia el mercado norteamericano. De momento, Injusa sigue produciendo 850.000 juguetes al año gracias a una plantilla que roza los 130 empleados. Misión cumplida.