Antonio Fontán Meana (1952-2024)
Abogado liberal y monárquico, especializado en el derecho farmacéutico
Entregado agricultor y ganadero en la finca familiar de Guadalcanal, fue también un político liberal desde la UCD hasta el Partido Popular, pasando por la Unión Liberal, y concejal del Ayuntamiento de Sevilla durante tres legislaturas
Antonio Fontán Meana
Nació en Sevilla el 19 de enero de 1952 y falleció el 18 de julio de 2024
Nieto de D. Antonio Fontán de la Orden, ingeniero militar, que fue fundador de Radio Sevilla en 1924. Su padre, Manuel, era farmacéutico y aunque murió siendo Antonio muy joven, la Farmacia Fontán sigue en pie en la sevillana Plaza de San Francisco frente al Ayuntamiento.
Este pasado jueves hemos recibido con tristeza y pesar la noticia del fallecimiento de nuestro amigo D. Antonio Fontán Meana (Sevilla, 19 de enero de 1952/18 de julio de 2024). Pertenecía Antonio a una ilustre familia sevillana, liberal y monárquica. En su recordatorio no se puede pasar por alto, que las más hondas raíces de la familia radicaban, desde hace más de tres siglos, en el municipio sevillano de Guadalcanal.
Nieto de D. Antonio Fontán de la Orden, ingeniero militar, que fue fundador de Radio Sevilla en 1924. Su padre, Manuel, era farmacéutico y aunque murió siendo Antonio muy joven, la Farmacia Fontán sigue en pie en la sevillana Plaza de San Francisco frente al Ayuntamiento. Los dos hermanos de su padre, q.e.p.d., fueron sus tíos, Antonio, egregio catedrático de latín y eminente político liberal y monárquico, y Eugenio, gran empresario de los medios de comunicación que dirigió durante muchos años la Cadena Ser en momentos históricos para España.
Antonio Fontán Meana, siguiendo la tradición familiar, estudió en los Jesuitas de Sevilla y fue un muy acreditado abogado sevillano, especializado en el conocimiento del derecho farmacéutico, agricultor y ganadero en la finca familiar de Guadalcanal, político liberal desde la UCD hasta el Partido Popular pasando por la Unión Liberal, concejal del Ayuntamiento de Sevilla durante tres legislaturas y en la última, la de 1989, fue delegado de Hacienda del Ayuntamiento, bajo la dirección de su amiga Soledad Becerril, a la sazón alcaldesa de Sevilla, compartiendo grupo municipal con el también muy recordado Alberto Jiménez-Becerril.
Si estimable fue su trayectoria profesional y política, lo que es verdaderamente reseñable de Antonio es que fue el mejor colaborador, el más eficaz ayudante, la persona de la más estricta confianza de su tío D. Antonio, que le quería como a un hijo.
Si muchos y muy valiosos fueron los servicios prestados, en lo personal y político, durante la vida de su tío, reluce y provoca sincera admiración el trabajo, la dedicación, el sacrificio desinteresado que desplegó Antonio para preservar el enorme legado de su tío Antonio. Su prima Mª Teresa Fontán Oñate y su amigo Gregorio Fraile, que estuvieron muy cerca de las trayectorias de ambos, pueden certificar la sobresaliente dedicación de Antonio a esa causa.
Durante muchos años continuó la tradición instaurada por su tío Antonio de regalarnos por Navidad a los amigos de Nueva Revista un pequeño opúsculo, las llamadas Estrenas Navideñas, donde con la inestimable ayuda de Eduardo Fernández, se recogían escritos, conferencias, lecciones magistrales, de gran enjundia intelectual, dictadas por el gran humanista, catedrático y político liberal que versaban sobre asuntos como la inspiración clásica y los autores latinos, humanismo y universidades, el compromiso de intelectuales como Marco Tulio Cicerón y Albert Camus, Antonio Fontán, héroe de la libertad, los catedráticos y la Universidad o Cataluña en España, entre otras muchos.
Como presidente de la Fundación Marqués de Guadalcanal, título que concedió el Rey D. Juan Carlos a su tío, impulsó también los Premios de Periodismo Antonio Fontán. Pues bien, es momento de decir, que cualquier actividad que tuviera que ver con su legado era financiada, de forma magnánima de su propio bolsillo.
Se encargó asimismo de depositar el muy estimable archivo de Antonio Fontán en la Universidad de Navarra y disfrutó, muy especialmente, editando en el Centro de Estudios Constitucionales la Semblanza Política, Filosófica y Literaria de Cicerón, obra póstuma de D. Antonio Fontán. En ese sentido hay que agradecer la ayuda que le prestó Ignacio Peyró.
Asimismo, Antonio ha sido patrono de la Fundación Diario Madrid, hoy Hub Multiusos, su tío Antonio fue el mítico director de ese periódico y galardonado posteriormente como «Héroe de libertad de prensa» por el Instituto Internacional de Prensa (IPI). Antonio Fontán ha sido un gran divulgador de la obra y de las actividades de un hombre ejemplar de un gran forjador de personas –capaces y responsables– en todos los campos en los que trabajó profesionalmente (universidad, política y periodismo), fue un auténtico maitre á penser. Y prueba de ello es la insólita, por ser raro en un político contemporáneo, aparición de cuatro ensayos biográficos, algunas tesis doctorales, etc. sobre la vida del insigne político. Si a alguien se le debe que el recuerdo de ese gran intelectual español permanezca latente, esa persona ha sido el hombre al que hoy tenemos presente en nuestro corazón y oraciones.
Antonio fue un hombre bueno, culto, humanista, tolerante, liberal de la primera hora democrática, entregado a altas causas, discreto, honrado a carta cabal, de lealtad imbatible, gran español y amante de su tierra andaluza. Nos deja Antonio, un muy grato recuerdo, el de un hombre que supo estar a la altura de su tiempo y que con humildad y amor consagró una parte sustancial de su vida a mantener vivo el recuerdo y el legado que le habían transmitido. Hoy no es un día más, cada 18 de julio recordaremos a Antonio.