José María Peña San Martín (1937-2024)
Polémica y eficaz alcalde de Burgos
Brillante y aperturista funcionario del tardofranquismo, ya en democracia fue uno de los primeros ediles de ciudades grandes condenado por corrupción urbanística
José María Peña San Martín
Nació en La Nuez de Abajo (Burgos) en 1937 y falleció en Burgos el 23 de julio de 2024
Tras prestar sus servicios en la Comisaría del Plan de Desarrollo bajo la autoridad de Laureano López Rodó, este último le designó en 1966 gerente del Polo de Promoción y Desarrollo de Burgos, cargo que ocupó hasta 1973. Fue alcalde de Burgos entre 1979 y 1992.
José María Peña San Martín contribuyó decisivamente al desarrollo de Burgos durante la fase desarrollista del franquismo antes de regir sus destinos ya en democracia. Cuando tomó posesión como gerente del Polo de Promoción y Desarrollo de la urbe burgalesa a finales de 1966, Diario de Burgos le definió como «joven y ya prestigioso economista que pertenece al equipo recientemente incorporado a las tareas de planificación económica y social de nuestra Patria, cuyo entusiasmo y valía han sido, sin duda, factores determinantes para que la Presidencia del Gobierno le haya encomendado puesto de tan alta responsabilidad»
La pomposa jerga de la época se correspondía con la realidad del personaje: licenciado en Ciencias Económicas -cuando las futuras personas con responsabilidades solían decantarse por el Derecho-, Peña San Martín tenía, además, la ventaja de ser un autóctono. Su nombramiento no pudo ser más certero, pues a lo largo de los siete años en los que permaneció en el cargo, Burgos experimentó un cambio radical. De entrada, la ciudad traspasó el umbral de los 100.000 habitantes, se crearon más de 12.700 empleos, varios polígonos industriales -los de Gamonal y Villalonquéjar-, así como la construcción de viviendas.
Peña San Martín realizó toda esta labor bajo la autoridad de Laureano López Rodó, de quién anteriormente había sido estrecho colaborador, en Madrid, en la Comisaría del Plan de Desarrollo. Este antecedente explica que Peña San Martín fuese un ejemplo perfeccionado de las élites aperturistas del franquismo que supieron reciclarse en las nuevas reglas del juego político instauradas por la democracia. En su caso, recaló, como no podía ser menos, en la Alcaldía de Burgos, obteniendo cuatro mayorías absolutas entre 1979 y 1991, bajo las siglas sucesivas de Unión de Centro Democrático, Alianza Popular y Partido Popular.
Desde la Casa Consistorial, Peña San Martín recogió, en cierta medida, los frutos de su gestión en el Polo de Desarrollo, completados con las oportunidades que también brindaba la democracia, como el inicio de los fondos europeos. Y también de la corrupción urbanística, de las relaciones nocivas entre políticos y promotores inmobiliarios.
Una mezcla que Peña San Martín pagó con su cese, en junio de 1992, motivado por una condena de inhabilitación especial por un delito de prevaricación continuada. Una vez purgada, intentó resurgir, sin mucho éxito en la vida política burgalesa con el partido localista Solución Independiente. Pero la estirpe sigue: su hijo Ignacio Peña Robledo, miembro de Vox, es el actual concejal de Seguridad Ciudadana y Licencias, dentro del equipo de Gobierno liderado por la alcaldesa popular Cristina Ayala. La estirpe sigue.