Jurista riguroso, ejemplar profesional

Días pasados fallecía en Málaga, de donde era natural, Francisco José Fontecilla Rodríguez, «Francis», como cariñosamente era conocido por sus amigos y por quienes pudimos disfrutar de su extraordinaria personalidad humana, intelectual y social, en las numerosas actividades, tanto profesionales, como de otro género que desempeñó.

Con raíces en Cantabria, era natural de Málaga, como dejamos dicho, ciudad por la que sentía una apasionada devoción, casi patológica, después de un brillante bachillerato, cursó Derecho en Granada, con premio Extraordinario de Licenciatura, doctorándose en Bolonia con una tesis sobre medidas cautelares, inédita en aquel momento y que abrió la puerta a otras posteriores sobre todo el sistema preventivo en el proceso, y cuya estancia le marcó de manera muy significativa y también apasionada, como era su personalidad.

Profesor de Derecho Procesal de la Facultad de Granada y de la Universidad Complutense, aún se recuerdan sus magistrales clases y agudas observaciones sobre la crisis del Derecho que vivimos. Incorporado al Ministerio de Justicia en el Gobierno de 1996, tuvo destacada intervención en la redacción de algunas de las leyes que vieron la luz en este período: Enjuiciamiento Civil, Organización y funcionamiento de la Administración General del Estado, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, y Responsabilidad Penal de Menores. Como plenipotenciario, con sobresaliente «auctoritas»de jurisconsulto, formó parte de la representación de España en las conversaciones sobre la creación de la Corte Penal Internacional, asumiendo un reconocido protagonismo en la coordinación de los países iberoamericanos ante el reto novedoso de la nueva justicias penal internacional. Incorporado a la oficina del Defensor del Pueblo, función muy propia de sus inquietudes jurídicas y sociales, soportó la enfermedad que le llevó a la muerte con una entereza ejemplar y propia de su humanidad hasta el último momento de su vida.

Entre sus actividades fuera de lo estrictamente jurídico, es obligado resaltar su incorporación en la Fundación Luis de Trelles y Noguerol, que promueve la causa de canonización del fundador de la Adoración Nocturna en España, formando parte de su patronato y del equipo de peritos del proceso. Asiduo conferenciante, se recuerdan sus magistrales conferencias sobre los ricos y diversos aspectos de la vida de Trelles, descubriendo facetas de su personalidad inéditas o desconocidas de los estudiosos de su vida y de su obra.

Jurista riguroso, ejemplar profesional. Descanse en paz el hombre generoso, el amigo, el maestro en tantas entregas al servicio de la verdad y del bien común.