Sánchez y sus mangantes
Al presidente del Gobierno le vendría bien que su neurólogo le hiciera un test de memoria. Porque ni alguien tan descarado como él puede mentir con tanto desparpajo
Pedro Sánchez tuvo ayer los bemoles de decir al PP en la sesión de control al Gobierno que son un partido de «mangantes». Según una de las varias acepciones del DRAE sobre este término, «mangar» es hurtar o robar. No creo que Sánchez se refiriese a las opciones de mendigar o pedir dinero prestado porque eso hubiera sido casi un elogio viniendo de este presidente del Gobierno que está dispuesto a no dejar una institución en pie. Cuánto criticamos a Alfonso guerra en la década de 1980 por decir que «a España no la va a reconocer ni la madre que la parió». Visto desde hoy, España quedó incólume comparado con el destrozo que perpetra HOY Sánchez en plena connivencia con los partidos que proclaman con orgullo que su propósito es romper España. En esa sesión de control al Gobierno de ayer, Sánchez tuvo el desparpajo de recordar que cuando llegó al poder en junio de 2018 en Cataluña «se había aprobado una declaración unilateral de independencia», como si ese problema se hubiera resuelto bajo su mandato de cuatro años. Cuando la realidad es que se ha multiplicado exponencialmente porque todo el mundo sabe que los independentistas catalanes y vascos participan muy activamente en las acciones de Gobierno. Y, como no puede ser de otra forma, siempre en defensa de sus propios intereses. Y el éxito de esta relación adúltera es ya tan evidente, que Bildu tuvo ayer el desparpajo de pedir la excarcelación masiva de presos. Porque sabe que se lo pueden dar. Porque Sánchez está dispuesto a vender a su madre con tal de mantenerse en Moncloa.
No menos sorprendente fue el momento en que el presidente del Gobierno se dirigió a la portavoz popular diciéndole que «hoy la Constitución se cumple en todo el territorio de España». ¿Se entera de algo Sánchez cuando visita Cataluña o el País Vasco? ¿Se ha percatado de la lucha que se da hoy mismo en Cataluña por hacer cumplir el dar el 25 % de las clases en castellano?
Pero la intervención de un Sánchez muy nervioso se superó cuando afirmó que habían llegado al poder a desalojar a «un partido condenado por corrupción». Se le olvidó mencionar que la frase con la que el magistrado De Prada inculpó a Mariano Rajoy fue expresamente reprobada posteriormente por el Tribunal Supremo. Pero sirvió para llevar al Gobierno al político con menos apoyo de la historia de nuestra democracia. Y con un desparpajo infinito proclamó que «los mangantes hoy no están en el Gobierno de España». Supongo que Sánchez se refería a antiguos cargos del Partido Popular, no a Alberto Núñez Feijóo o a Cuca Gamarra. Pero si hablamos de antiguos cargos, no me consta que haya ni un solo presidente nacional o secretario general del PP que haya acabado en el banquillo por robar. No digamos ya haber sido condenado. Pero en su partido, el PSOE, dos expresidentes de su formación están condenados y en este momento aguardan la sentencia tras su apelación ante la sala de lo Penal del Tribunal Supremo. José Antonio Griñán tiene una condena de siete años de cárcel y Manuel Chávez de 9 de inhabilitación. Y no son los únicos condenados por robar a todos los españoles 680 millones de euros destinados a engrasar su maquinaria de poder.
No avalaré yo la corrupción que hubiera en el PP. Pero Gürtel fue una representación escolar de parvularios comparado con la macro causa de los ERE. A Sánchez le vendría bien que su neurólogo le hiciera un test de memoria. Porque ni alguien tan descarado como él puede mentir con tanto desparpajo.