El Che Guevara con corbata
Un 63 % de los votantes socialistas consideraba que las reformas de la sedición y de la malversación eran concesiones a los nacionalistas para aprobar los Presupuestos
Pedro Sánchez tiene la fortuna de que la inmensa mayoría de españoles ni vio ni escuchó sus intervenciones del martes en el Congreso. La misma fortuna que tiene Elisa, la estudiante del incomprensible 9,2, porque hay exposiciones públicas que te destruyen. Y en el caso de Sánchez, contribuyen a deteriorar aún más su imagen y su credibilidad entre los ciudadanos. «En Davos, parecía usted un Che Guevara con corbata», le dijo elogioso Rufián, un independentista admirador del Che Guevara, de Fidel Castro y de la dictadura comunista cubana. Aunque la comparación más correcta habría sido la de un Hugo Chávez con corbata, dado el tono de showman provocador y faltón que dio Sánchez a sus intervenciones. Hay que oírlo y verlo, no solo leerlo, como lo de la penosa Elisa.
Lo mejor de Elisa es que su discurso duró tan solo tres minutos, pero el de Sánchez se prolongó durante dos horas y media, lo que le acercó también a un Fidel Castro sin corbata, tanto es así, que ni siquiera le escuchaban los diputados socialistas. Pero conviene repasar algunos pasajes, sobre todo aquel en el que se ríe de las alertas sobre la mutación constitucional, en un tono impropio de un presidente de Gobierno. Y menos de un presidente que gobierna con los votos de partidos radicalmente opuestos a la Constitución y a la propia existencia de nuestra nación.
Pedro Sánchez interpeló en tono irrespetuoso y desdeñoso a la oposición, cuando las alertas sobre la mutación constitucional han sido lanzadas ya por numerosos y prestigiosos intelectuales y catedráticos. Y cuando sus propios socios dieron pábulo a esa amenaza durante la misma sesión. Y en especial Rufián, evitando crítica alguna a sus decisiones en materias políticas y demostrando que ERC, el partido independentista del que depende este y un futuro Gobierno, si Sánchez suma, coincide plenamente con el PSOE en materias políticas fundamentales. Las críticas de Rufián no se dirigieron a cuestiones políticas, sino económicas. Parece un Che Guevara con corbata, qué maravilloso vídeo ese de usted en Davos denunciando los males del mundo, debería avanzar más hacia mi admirado modelo comunista, pero no se preocupe, que en lo esencial estamos de acuerdo, le trasladó Rufián.
De ahí que la mayoría de los españoles considere probable una declaración unilateral de independencia tras las reformas de la sedición y de la malversación. Según la encuesta de DYM publicada este mismo miércoles, nada menos que un 38,5 % de españoles lo considera muy o bastante probable, a los que se suma un 21,2 % para el que existe alguna probabilidad, y es minoría, un 30,5 %, quien no cree en esa posibilidad. Aún más llamativo, hasta un 30,5 % de los votantes socialistas lo ve también muy o bastante probable. Pedro Sánchez se reía también de ellos el martes, cuando despreciaba las alertas sobre las consecuencias de sus decisiones y pactos.
En esa misma encuesta, nada menos que un 63 % de los votantes socialistas consideraba que las reformas de la sedición y de la malversación eran concesiones a los nacionalistas para aprobar los Presupuestos. Ni siquiera ellos creen ya al Che Guevara con corbata que tanto admira Rufián.