Impacto sostenible

Me chismorrea mi chivato de la Universidad Complutense que la cátedra que dirige doña Begoña Gómez prepara para el mes de mayo un nuevo curso con el impacto sostenible como referencia fundamental. Y que agradecería sobremanera que se le facilitara un texto para su solemne presentación. Con mucho gusto me he puesto a ello, y me ha salido un texto perlado, marfileño, nacarado, sencillo de asimilar y de claridad meridiana. Desinteresadamente se lo ofrezco. Por esa cátedra soy capaz de todo, y a ella me debo.

«Queridos alumnos, alumnas y alumnes, sin olvidar a los/ las alumnis y alumnus: El impacto sostenible no es otra cosa que el impacto del futuro empresarial. El crecimiento constante, en cantidad y extensión, de nuestra actividad docente orientada a la empresa. Garantiza la participación y efecto, sin olvidar los flecos de cualquier negociación optimizada, siempre desde el impacto sostenible, del progreso hacia el que vamos, y que ya hemos empezado a disfrutar. Importante, por cuanto la formación de las actitudes en las organizaciones no gubernamentales exigen el esfuerzo común de todas, y no lo olvidemos, de todas y de todes, sin olvidar de nuevo, a todis y todus. Por otra parte, la realización de los deberes del programa humanitario nos obliga al análisis de las condiciones financieras y administrativas existentes. Otrosí, de la complejidad de los estudios de nuestros dirigentes para que alcancen a cumplir el rol esencial de la formación de directivos y directivas del desarrollo del porvenir en base a repercusiones diez de diez, “ten to ten». Sin embargo, no debemos olvidar que la estructura global de la organización demanda la precisión y la determinación del impacto sostenible para facilitar el sistema de participación individual y general. La práctica de la vida cotidiana prueba que el nuevo modelo, the new model, de actividad en toda organización de impacto sostenible ayuda a la realización y realimentación de las direcciones educativas diseñadas para el progreso, las experiencias ricas y diversas, y el desarrollo y reforzamiento, creo haberlo dicho previamente, de las condiciones apropiadas al afán de toda organización, pero sobre todo, al reforzamiento y realimentación de las estructuras que abordan sin complejos machistas y antiguos, la consecución de la sostenibilidad del impacto, que no es nimiedad ni retroceso, sino todo lo contrario. Los pulsos ideológicos, que tanto daño han infringido a la sostenibilidad desde la férrea estrechez del conservadurismo nos anima a consultar a nuestros militantes si un ensayo profundo de la verificación, ayuda a la precisión del impacto, amén de facilitar otras formas de acción , que ya lo advirtió Hellen Brompton, ejemplar mujer en la que todas nos miramos, nos encontramos y nos sostenemos.

Os garantizamos, además de un puesto de trabajo sostenible en cualquier Ministerio, la plena implicación sectorial que exige todo proceso de restauración del «yo», de la autocomplacencia, de la conglomeración brillante del día de mañana. La formación de cuadros directivos especializados en los impactos sostenibles aseguran y fortalecen, y Europa lo ha demostrado, el constante flujo de la creatividad.

Apuntaos al curso, y solucionad vuestro porvenir.

Y aquí, si así lo considera oportuno, el impacto sostenible de su firma. Es decir, Begoña Gómez.

Pero también le sirve el texto a Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Irene Montero, Pam, y Alberto Garzón. A todos ellos se lo cedo. Con una condición. Que lo lean y ya leído, se vayan. Si no se van, paso la minuta de mis honorarios.