España tiene una gran oportunidad
La mentira no tiene las piernas tan largas y ni siquiera con el impulso de la peor propaganda política se podía ocultar la realidad que está viviendo España
Lo que ha ocurrido en estas elecciones municipales y autonómicas es lo que en términos «científicos» solía llamarse «una corrida en pelo» -con perdón por la precisión. Ayer hemos visto cómo el PSOE era desalojado del poder de prácticamente todas las instituciones relevantes en las que estaba. Aspiraban a tres victorias municipales importantes: Barcelona- donde Sánchez cerró la campaña con Collboni encabezando las encuestas- Sevilla y Valencia. Esto ha sido como el chiste aquel en el que suena el teléfono fijo de casa a las tres de la madrugada y le preguntan al propietario al que han despertado «¿es el 917332211?» Y el pobre receptor de la llamada, somnoliento, contesta: «Ni uno oiga. No ha acertado usted ni uno».
Eso puede aplicarse a casi todo lo que predijo el CIS en estas elecciones. Y esto amerita una reflexión. Si yo me equivocara en todo lo que predijera en El Debate sobre unas elecciones, sospecho que esta empresa, que me paga un salario por mi trabajo, me despediría. Y lo haría con toda la razón. Aquí todos los españoles estamos pagando el salario del señor Tezanos que ha destruido intencionadamente el bien ganado prestigio del CIS a lo largo de décadas. A esto sólo se le puede llamar prevaricación y ése es un delito tipificado.
Pero el 28 de mayo también nos ha demostrado que los españoles no hemos sido abducidos por las mentiras que las brigadas mediáticas al servicio del Gobierno nos han estado intentando inculcar desde hace años. La mentira no tiene las piernas tan largas y ni siquiera con el impulso de la peor propaganda política se podía ocultar la realidad que está viviendo España.
Entre los resultados de esta fecha hay varios de cierta gravedad. Sin duda en el País Vasco, donde el auge de Bildu es fruto del blanqueamiento que ha ofrecido Sánchez a los etarras. Y veremos ahora qué coaliciones se dan a partir de hoy. ¿Facilitará el PSOE que Pamplona tenga un alcalde de Bildu o pactará con UPN? Éste va a ser un termómetro muy relevante, porque también va a demostrar si Sánchez tiene un poder dictatorial dentro de su partido o el inmenso batacazo que sus pactos con Bildu han provocado en estas elecciones han hecho que algún dirigente del partido crea que ya es hora de rebelarse. Como tengo dicho en estas páginas, me cuesta creer que eso ocurra porque ya son demasiados años viendo cómo las bases socialistas respaldan la amoralidad y las mentiras de Pedro Sánchez.
La apabullante victoria del centro y la derecha ayer no estaba prevista en casi ninguna de las encuestas publicadas. Ninguna acertó resultados como los de Extremadura y apenas algunas atisbaron los de Sevilla o Castilla-La Mancha, disputada hasta el último minuto. Hace cuatro años, el PSOE logró en las elecciones municipales 1,7 millones de votos más que el PP. El 28M el PP le ha superado en casi 800.000 Es decir, el traspaso de un partido a otro es de casi 2,5 millones de votos. Un terremoto.
Y es muy relevante el resultado de Madrid: la magnitud de la victoria del centro y la derecha es la mayor de la historia de la Comunidad. Su mejor resultado histórico hasta ahora lo logró Esperanza Aguirre en 2007 con un 53, 29 por ciento de los votos y 67 escaños de los 120 que se elegía entonces. Ayer la suma de PP y Vox contabiliza un 54,34 por ciento de los votos cuando se llevaba contabilizado el 91,56 por ciento. Y entre ambos 81 escaños sobre un total de 135 en la Asamblea de Madrid.
España tiene ahora una gran oportunidad. El gran ganador de la noche y un partido que sale muy reforzado, como Vox, tienen la obligación moral de llegar a acuerdos en todos los puntos de España donde puedan gobernar juntos. Antes de las elecciones es lógico que el PP dijese que quería gobernar en solitario. ¿Qué partido no lo desea? Ahora los números son los que son y no hay más alternativa que arar con los bueyes que les han dado a ambas formaciones los españoles. Es imperativo buscar puntos de encuentro entre los dos partidos. Y a la hora de fijar esa estrategia, no está de menos que el PP recuerde que es en Madrid, con las políticas de Isabel Díaz Ayuso, donde ha conseguido sus mejores resultados. Por algo será.