Impresionante relación
Ante semejante relación de intelectuales comprometidos con la unidad de las izquierdas que se aborrecen y odian las unas a las otras, ¿queda un posible, aunque reducido espacio, para combatir tanta inteligencia, cultura y sabiduría reunida?
Muchísimos intelectuales se han sumado a la suma de Yolanda Díaz, y han firmado un precioso manifiesto por la unidad de la izquierda, que abarca desde Pepe Viyuela a Bildu. El paso inicial del texto es nerudiano y albertiano. «Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver». Dos preciosos endecasílabos. La intelectualidad y los sindicatos hablan en endecasílabos. Podrían haber culminado la estrofa.
Nubes oscuras nos impiden ver.
Busquemos refugios, busquemos socaires
Con besos y abrazos, como debe ser.
Los intelectuales son así. Disparan con flores, pasean los bosques, y reman en los lagos de azul Patinir. Aprovecho para informar a los intelectuales que Patinir fue un gran pintor flamenco del entresiglos del XV al XVI, que algunas de sus obras maestras se exponen en el Museo del Prado, y que dominaba como pocos los azules brillantes de los lagos y los ríos. Y lo recuerdo, porque leída la relación de los intelectuales de izquierdas he advertido que más de cincuenta firmantes son tenedores de cargos altos y medios de Comisiones Obreras, muy capaces de confundir a Patinir con Gramcsi, del que tampoco tienen noción de quién era y a qué se dedicaba.
Entre los intelectuales que han firmado el precioso manifiesto en pos de la unidad de las izquierdas, destacan la indiscutible cantante María Rozalén, las escritoras Elisabeth Duval, Marta Sanz, y Esther López Barceló, y como era de esperar, el imprescindible escritor David Bernabé. Actores y directores de cine de la grandeza de Juan Diego Botto, Carlos Bardem –también poeta–, Alberto San Juan y Pepe Viyuela. Y rubrica el límpido texto el sindicalista con el cargo más extenso de la política española. Un gran trabajador para pertenecer a Comisiones Obreras. Ignoro qué truco habrá llevado a cabo para que le quepa su cargo en la tarjeta de visita. Me refiero, claro está, a Javier Benito Chamorro, que además de intelectual de renombrado prestigio, es el secretario general de la Sección Sindical Estatal FSC-CCOO en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). A ver quién es capaz de superarle.
La familia Temporelli, muy intelectual, está muy bien representada por Luis Miguel García Temporelli (programador informático), Violeta Pérez Temporelli ( actriz) y Manuela Temporelli Montiel ( exdirectora del Ateneo 1 de Mayo, así como inefable poetisa). Desgraciadamente, ningún Temporelli más se ha sumado al manifiesto. Y no podemos –sin segundas intenciones– olvidar al eximio poeta Pedro García Rodríguez, heredero de la escuela Pánico-Pacifista de don Pedro Boluda, y a doña Milagros Ocaña Saínz, ama de casa y feminista. Intelectual por feminista, que no por ama de casa, faltaría más.
Ante semejante relación de intelectuales comprometidos con la unidad de las izquierdas que se aborrecen y odian las unas a las otras, ¿queda un posible, aunque reducido espacio, para combatir tanta inteligencia, cultura y sabiduría reunida? Mi respuesta es contundente. No.
Pero lo he pasado muy bien con el manifiesto, y esas cosas, esos detalles hay que agradecerlos.