Alfonso, retirémonos al Monte Athos
Muchas gracias por tu apoyo en esta hora amarga para «progresistas» como tú y yo, compungidos por las tropelías que le están haciendo al bueno de Sánchez
Querido Alfonso, muchísimas gracias por la solidaria epístola que has tenido la gentileza de remitirme para acompañarme en la tristeza que arrastro por la despiadada cacería que sufre el bueno del presidente Sánchez Pérez (https://www.eldebate.com/opinion/20230628/luis-ventoso_124466.html). Tras leer tu carta en El Debate he sentido un alivio enorme, equiparable al de un explorador sediento que recibe una cantimplora del agua en el Gobi cuando ya se encuentra al límite de la extenuación.
El duelo compartido siempre se sobrelleva mejor. Así que resulta un consuelo saber que tú, allá en tus pagos umbríos de la hermosa Ruiloba, lejos de los rigores del mercurio de Madrid, también transitas contrito ante la cacería que ha lanzado contra Mi Persona el mal absoluto, los poderes económicos del puro y los malosos medios de «la derecha y la ultraderecha». «Tu pena ha llegado a lo más hondo de mi ser, y coincido contigo en que no nos merecemos a Sánchez», me comentas, acreditando así que afortunadamente tú también valoras la ingente obra del presidente progresista, ecologista, feminista y promarroquí (teléfono vaciado mediante).
Aunque sé que tu ánimo ya está alicaído por la cacería contra Mi Persona, creo que mi deber de amigo es prepararte para lo peor, por mucho que nos duela a ambos. Circulan encuestas –serias, no de las de José Félix– que señalan que nuestro Peter lo tiene más crudo para continuar en la Moncloa que el jefe del Grupo Wagner para abrir una cadena de pizzerías en Moscú. Es decir, todo indica que en un ejemplo de ingratitud sin precedentes el pueblo español se apresta a echar de la Moncloa el 23-J al genio que ha inventado la realidad multivariable, los datos de paro trucados, las encuestas trampeadas y el arte de gobernar España gracias a que es rehén de la anti-España.
Si tan funestos augurios se cumplen, los admiradores del providencial presidente Sánchez Pérez, como tú y yo, nos veremos sumidos en una pena tan insondable que nuestra vida nunca volverá a ser igual. ¿Qué hacer cuando te embarga una melancolía insuperable? ¿Qué hacer cuando has disfrutado de la luz risueña del más avanzado proyecto social-comunista y de repente ves el Gobierno de tu país en las garras peludas de «la derecha y la ultraderecha», capaces incluso de hablar de España, término retrógrado con el que pretenden sustituir a nuestra actual nación de naciones bendecida por Oriol y Arnaldo? Devastador. Por eso creo, Alfonso, que ante un golpe anímico de ese calibre solo nos queda retirarnos lo más lejos posible del mundanal ruido. Buscar un refugio apartado, donde en la soledad y el silencio podamos intentar sofocar de algún modo nuestro dolor por la Arcadia progresista perdida.
He barajado varias opciones. Una podría ser Mount Baldy, el templo zen en las altas montañas californianas de San Gabriel. Allí se retiró a meditar durante varios años el enorme Leonard Cohen. Pero me da mala espina, porque mientras el bueno de Leonard estaba allí disfrazado de monje y levitando, resulta que la contable que le llevaba la pasta le vació la caja y el viejo poeta hubo de regresar a la carretera con casi 80 tacos (afortunadamente con gran éxito).
Descartado Mount Baldy, otra opción para aplacar nuestro pesar por la caída de la Arcadia «progresista» podría ser la vía de penitencia que eligió Simeón el Estilita, que durante 37 años permaneció aupado a lo alto de una columna en las inmediaciones de Alepo. Pero mucho me temo que una proeza de tal calibre nos pilla muy burgueses y nos va a dar un poco de lumbago.
Así que tras darle mil vueltas en interminables noches insomnes (pues te confieso que no duermo desde que en sus entrevistas televisivas he conocido los horribles padecimientos que soporta el presidente Sánchez Pérez) he llegado a la conclusión de que lo más idóneo es que nos retiremos a las soledades del Monte Athos de Grecia, allá en la península Calcídica, con sus aislados monasterios que se yerguen de modo inverosímil en las laderas más escarpadas que se abisman sobre el Egeo. Allá podemos buscar una cierta paz penitentes progresistas como tú y yo. Llorar tranquilos desde la distancia el hecho de que el PSOE se va a diluir como un azucarillo si cae Sánchez Pérez (porque lo que vendrá después será un cóctel dirigido por Lady Macbeth Yolanda e Iluminaciones Zapatero, lo cual supondrá el acelerón final hacia una irrelevancia tipo Pasok).
Cuídate mucho, Alfonso, y un abrazo (y aprovechando, y para que no todo sean penas, te comento que Julio Pomar, el jefe de analítica y estrategia digital de El Debate, me ha comentado que según los datos eres el articulista más leído de la prensa digital española. No está mal para un joven progresista amigo de lo políticamente correcto como tú).