Todo puede ir a peor
Como escribió Augusto del Noce y recoge Alex Rosal en su último libro: «El nuevo totalitarismo está tan perfeccionado que no necesita de persecuciones físicas ni de campos de concentración»
Hubo un tiempo en que en España se podía llegar a gobernador civil de una provincia degenerando, tal y como explicó un banderillero, de Belmonte o de Guerra, no recuerdo, al ocupar tal encomienda. Eso ocurría en nuestro país hace cien años. Ahora lo que sucede es que cada día nos asombra un capítulo nuevo de la degeneración general de la sociedad española, arrumbando valores y deslizándonos hacia una situación cada vez peor. Ya me gustaría poder escribir algo distinto, pero no hay motivos objetivos para ser optimista.
Ayer un buen amigo, que cada mañana me nutre con un surtido de creaciones de wasap, esa nueva plaza pública de la sociedad moderna, me envió una creación de apenas 29 segundos, pero ciertamente demoledora. Se trata de la sucesión de fotografías de mujeres de Irak, Egipto, Argelia, Siria, Irán y Afganistán. Son imágenes de mujeres libres, vestidas al estilo occidental, en equipos deportivos, paseando por la calle, estudiando en la universidad. Fotografías datadas en 1950, 1958, 1970 y 1973. A cada instantánea le seguía otra de las mujeres de esos países en la actualidad, todas ataviadas con velos, burkas y hiyab. Las mujeres árabes están hoy más oprimidas que hace medio siglo. El mundo para ellas ha ido a peor.
Lo mismo ocurrió en Venezuela, Argentina, Cuba, Nicaragua. Nadie creía que todo podría empeorar en esos países. En la España actual nos agarramos como a un clavo ardiendo a argumentos de lo más diversos para convencernos de que el deterioro de nuestra democracia no puede terminar en el colapso de la misma. Si finalmente, como pretende Sánchez, se silencia al Senado, se persigue a las autonomías del PP y el Congreso no funciona, como hasta ahora viene evidenciando, está claro que nuestra democracia corre peligro. Todo puede ir a peor. Como escribió Augusto del Noce y recoge Alex Rosal en su último libro: «El nuevo totalitarismo está tan perfeccionado que no necesita de persecuciones físicas ni de campos de concentración». Solo nos queda una cosa: no callarnos.
Nota final: les recomiendo empleen 30 segundos de su vida en ver el vídeo que me ha movido a escribir el Astrolabio de hoy. He aquí otro elemento determinante para analizar el nivel de civilización de un pueblo y cómo puede involucionar.