Sánchez tiene «más cosas» sobre Feijóo
No fue Feijóo quien medró en su partido fingiéndose economista de prestigio con una tesis doctoral fraudulenta
Las sesiones de control al Gobierno, una vez que han perdido su razón de ser, han derivado en una tertulia chabacana con el doloroso añadido de que las pagamos entre todos. Armengol es incapaz de moderar nada (pues se debe a quien se debe) y si hoy terminase la legislatura su legado sería una obra de tres millones de euros para sustituir los auriculares de las lenguas cooficiales por subtítulos en las pantallas de cada escaño. Eso y la reedición del Reglamento del Congreso, que ahora que lo han maleado con el lenguaje inclusivo tiene frases tan maravillosas como esta: «Concluidas las votaciones, las diputadas y diputados elegidos [yo habría añadido aquí «y elegidas»] ocuparán sus puestos. La Presidenta o Presidente prestará y solicitará al resto de miembros de la Cámara...».
De lo del miércoles recordaremos la amenaza de Sánchez a Feijóo tras una réplica atropellada de María Jesús Montero. Aprovechando que su micrófono estaba pagado, nuestro presidente de paja gesticuló prometiendo «más cosas» sobre la vida privada de Alberto Núñez Feijóo, a la sazón el hombre que le ganó las elecciones con una mano atada a la espalda. Inevitablemente surgen dos preguntas. La primera: ¿de verdad tiene Sánchez «más cosas» sobre su adversario? Y la segunda: si las tiene, ¿por qué no acude a la Fiscalía aprovechando que la tiene tan a mano?
Pensándolo mejor, quizás cabría una tercera: ¿esas «cosas» merecerían la dimisión? Porque se me ocurren un montón de motivos para coger las cosas y marcharse. Porque no es Feijóo quien ha puesto a un amigote al frente de Correos y, tras cinco años de gestión deficiente, ha dejado un agujero de 1.100 millones de euros. No fue Feijóo quien medró en su partido haciéndose pasar por economista reputado esgrimiendo una tesis doctoral que se demostró fraudulenta. Tampoco es a Feijóo a quien le han vaciado el móvil para forzarle a un cambio de política exterior inexplicado con respecto a Marruecos. Ni fue Feijóo quien mejoró la situación procesal de miles de violadores y pederastas con una ley que definió «de vanguardia» en sala de prensa. Tampoco ha sido el expresidente gallego (que sepamos) quien cogió el avión presidencial para volar entre La Coruña y Santiago para un trayecto que, sin correr, se puede completar en 50 minutos por carretera.
Desconozco si el presidente del PP tiene algo que esconder, lo que aquí conocemos como «muertos en el armario». Desconozco si Sánchez tiene de verdad «más cosas» o si es otro farol, como aquello de que iba a traer a Puigdemont para que respondiera ante la Justicia. Pero si el listón es ese, querido Pedro, coge tus cosas y vete.