El desmadre generalizado de los fondos Next Generation
Tenemos una Administración Pública que brilla por su ineficiencia, su incapacidad y su falta de cintura para mover ese dinero y solo ha conseguido que se haya utilizado el 26,6 % del total presupuestado
Estamos en la recta final de lo que la Comisión Europea decidió llamar Fondos Next Generation EU, dotados de 750.000 millones de euros, cuya principal partida era para el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, a la que se le asignaron 672.500 millones. En agosto de 2026, dentro de 15 meses, se acabarán, dado que entonces termina el plazo marcado por Bruselas para su ejecución.
Este Mecanismo tenía unos objetivos muy claros: «Impulsar la recuperación económica de la UE tras la crisis del COVID-19 y transformar sus economías haciéndolas más sostenibles, digitales y resilientes».
Con tres ejes perfectamente definidos:
1) Impulsar la transición ecológica (Pacto Verde Europeo), acelerando el cambio hacia energías renovables, mejorando eficiencia energética de edificios e industrias y apoyando la movilidad sostenible. Al menos el 37 % del gasto del MRR debería destinarse a objetivos climáticos. Una gran pifia.
2) Acelerar la transformación digital con la digitalización de pymes, creando una Administración pública electrónica y aumentando la educación y competencias digitales. Al menos 20% del gasto del MRR debe dedicarse a digitalización. Un desastre absoluto
3) Reformas estructurales e inversiones nacionales. Modernizando el mercado laboral y el sistema de pensiones, mejorando el sistema educativo y sanitario, simplificando el modelo administrativo del país y realizando reformas fiscales que promuevan el sistema productivo. España, pasa a la grande, a la chica, a los pares y no tiene juego.
A España se le asignaron 79.854 millones de euros en subvenciones a fondo perdido y 83.160 millones de euros en préstamos al mismo tipo de interés que consiguiese la Unión Europea, que sin duda iba a ser mucho mejor que el que podría conseguir España por su cuenta. El total de lo que España podía recibir era, nada más y nada menos, el 11,15 % del PIB español cuando se calcularon estos fondos.
Hasta el día de hoy, según la web de la Comisión Europea, España ha recibido 47.960 millones de euros en subvenciones y no ha recibido todavía nada en préstamos, mientras que Italia ha recibido ya 46.450 millones en subvenciones y 75.680 millones en préstamos, que suman 122.130 millones.
Explicados los conceptos, ha llegado el momento de que les cuente como está funcionando nuestro gobierno y que está sucediendo con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). La IGAE, que ha facilitado ya los datos del 2024, le llama Créditos Presupuestarios Disponibles a aquellos que el Gobierno colocó en sus planes para 2024. La suma, a principios de 2024, era de 24.835 millones, a los que se les añadió durante el año 9.401 millones recibidos de la Unión Europea que dieron un crédito definitivo para poder usar de 34.236 millones.
Dentro de esta partida el Gobierno, que es muy listo y muy golfo a la vez, decidió que de esos 34.236 millones que disponía, se iban a repartir sólo como subvenciones 19.208 millones y como préstamos a devolver 15.030 millones, sabiendo que ellos han recibido los 47.960 millones como subvenciones a fondo perdido.
Lo más profundamente indignante es que solo han sido capaces de que lleguen realmente a la economía, incluidos ellos mismos que se dan a si mismo una parte sustancial de estos fondos, un total de 9.114 millones, de los cuales 2.613 han sido en préstamos.
Vean el cuadro que les he preparado con datos de la IGAE:
De los 34.236 millones de Créditos definitivos, en principio se presupuestaron subvenciones el 0,1 % en gasto de personal y el 0,3 % en gastos corrientes, más el 4,5 % que se transfiere a Ministerios, Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales para gastos corrientes y de personal, se van a dedicar el 6.8 % a Inversiones Reales directas por el Gobierno y se transfieren para Inversiones 15.162 millones el 44,3 %. Todo esto suma a subvenciones a fondo perdido el 56,1 %, porque el 43,9 % son préstamos que las empresas tendrán que devolver.
Pero tenemos una Administración Pública que brilla por su ineficiencia, su incapacidad y su falta de cintura para mover ese dinero y solo ha conseguido que se haya utilizado el 26,6 % del total presupuestado que es lo que si ha llegado a la economía, bien pagado por los ministerios, bien pagado por las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales.
Lo que estoy contando es absolutamente deprimente, porque nunca a un gobierno de nuestro país por su nefasta gestión de la pandemia, por decrecer un 11 % en el PIB, por llevarse más de 140.000 personas porque no teníamos de nada, ni mascarillas, ni EPI ‘s para los médicos, ni anticipación a los problemas, se la pusieron tan a «huevo» como a Felipe II y le dieron la oportunidad de recibir 144.000 millones para hacer crecer la riqueza del país.
Este gobierno sigue teniendo un crédito disponible de más de 25.000 millones, aunque en la caja no quedan ni las ratas que ya han abandonado el barco que se hunde.
La Unión Europea nos tiene parados otros 25.000 millones, que le servirían al Gobierno para tapar a corto plazo el agujero que se ha hecho a si mismo utilizando el dinero de los Fondos para pagar sus gastos y además, aunque la IGAE nos da las cifras, no nos dice en que se han gastado realmente el dinero, aunque les prometo que a algún ministerio le va a caer una buena bronca por mi parte porque es repugnante lo que se está haciendo con el dinero de la Unión Europea.
La UE nos ha calado y no suelta más dinero hasta que no se les den explicaciones. Desde este diario le vamos a dar algunas que no les van a gustar nada.
Eso sí, con datos oficiales de la Intervención General del Estado, que ha contabilizado lo que le han dado y se lo ha tragado hasta dentro.