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Análisis económicoJosé Ramón Riera

El gasto en prestaciones por desempleo se disparan un 7 % y contradicen a Yolanda Díaz

La economía española es como un queso gruyere, está llena de agujeros, y cada agujero es un incremento del gasto público para tapar todos los agujeros que nos van apareciendo, por tener un peligroso sociópata al frente del país

Actualizada 04:30

Yolanda Díaz está en su peor momento político y, por lo tanto, profesional. El PP va a pedir a Eurostat que revise las cifras de paro, que en caso de hacerlo puede ser, la primera gran pillada por una institución de la Unión Europea que puede poner en duda, a partir de ese momento, todas las cifras que presente este Gobierno.

Es importante recordar que la intervención de Grecia por los «hombres de negro», representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea, se inició por una declaración del Primer Ministro Yorgos Papandreu de la falsedad de las estadísticas suministradas a Bruselas. Es importante recordar también que esa intervención, supuso que 10 años después, Grecia había reducido su PIB en un 25 %, los salarios de los empleados públicos se habían reducido un 33 % y los pensionistas sufrieron el calvario de ver bajadas sus pensiones 15 veces.

La falsedad de las estadísticas, en este caso de paro, suponen colocar en el disparadero a la Ministra de Trabajo, Vicepresidente segunda del gobierno y líder de Sumar, pero también pone en el mismo punto de mira a Pedro Sánchez que alardea de que hemos reducido el paro a un 10,4 %, cuando en realidad debe de estar por encima del 13,4%. Pero nunca lo sabremos exactamente hasta que no se publiquen oficialmente los datos de fijos discontinuos que tiene nuestro país, o cobrando las prestaciones por desempleo, o no, porque ya no tiene derecho, pero está en paro y en búsqueda activa de trabajo.

La aparición de estas estadísticas obligaría a reconocer a un gobierno tan mentiroso que todo lo que nos han contado de que la economía española va como un cohete es falso. Porque una economía que va así no puede tener un paro real de más del 13 %, ser el más alto en la Unión Europea —que ya lo es—, y tener más de 3,3 millones de parados.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), tiene entre su haber colocar a gente entre las empresas que buscan trabajadores, pero que no son capaces porque están tan asfixiados en realizar las NO Estadísticas de Parados Discontinuos, que no dan para más. Vamos, que si prescindimos de todas esas oficinas inútiles y convertimos el trabajo en un modelo online con las nuevas tecnologías, nos ahorraríamos varios miles de millones de euros, que sirven para pagar a unos funcionarios completamente desmotivados y sin ningún interés en lo que hacen.

Pero en cualquier caso, el SEPE si saca una estadística que sirve para sustentar todo lo que he escrito hasta ahora: la de las prestaciones por desempleo. Lo hace mes a mes, con lo cual se puede hacer un análisis de cómo evoluciona ese gasto.

Para ello he preparado la evolución de los dos primeros meses de los años 2018 a 2025, de lo que hemos pagado y junto a ese dato, el paro declarado a Eurostat. Hay que recordar que la reforma laboral de los fijos discontinuos se aprobó el 3 de febrero de 2022 y entró en vigor el 31 de marzo de ese mismo año, por lo tanto, las cifras de los datos acumulados hasta febrero de 2022 son completamente válidas y donde ya empiezan a estar bien cocinados es a partir de 2023.

Fíjense ustedes que en febrero de 2018 teníamos un 16,2 % de paro y pagábamos 3.144 millones por prestaciones de desempleo, en 2023, con un paro del 13,1 %, necesitábamos 3.945 millones, y en el 2025 hemos llegado a un paro del 10,4 % oficial y llevamos 4.400 millones pagados, que suponen un 7,1 % más que en 2024 cuando teníamos un paro declarado del 11,8 %.

Las implicaciones económicas de estos datos, aunque parezcan mínimas, en un estado que no tiene Presupuestos Generales, que en 2024 llevó el gasto público a 722.000 millones, que va a tener que subir el gasto en pensiones contributivas en 11.000 millones, en clases pasivas en 3.000 millones, en salarios públicos en 10.000 millones, en Defensa en 30.000 millones y otros gastos, no menos de 6.000 millones, ahora le aparece otro agujero que es el de las prestaciones por desempleo, que de mantenerse este ritmo nos lleva a un gasto de 24.800 millones, que supone superar el gasto del 2021 cuando nos estábamos recuperando de la pandemia.

La economía española es como un queso gruyere, está llena de agujeros, y cada agujero es un incremento del gasto público, pero no para solventar los problemas que tenemos en vivienda, ni en infraestructuras, ni en sanidad, ni en educación, ni en seguridad ciudadana, sino para tapar todos los agujeros que nos van apareciendo, por tener un peligroso sociópata al frente del país, que se cree sus propias mentiras.

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