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Análisis económicoJosé Ramón Riera

Tres décadas perdidas: España regresa a niveles de PIB de 1995

Nuestro país ha crecido en 2024 un 3,2 % en términos reales, con retoques del PIB por parte del INE que nadie, a nivel internacional, quiere escuchar

Actualizada 07:25

Eurostat acaba de publicar algo que muchos estábamos esperando con enorme interés: la desgraciada realidad a la que hemos llegado después de 30 años, y a pesar de que todos los días tengamos que oír que vamos «como un cohete», cuando en realidad estamos próximos a convertirnos en un Estado fallido.

Ya sé que muchos dirán que eso no es lo que afirman ni el Fondo Monetario Internacional, ni la OCDE, ni siquiera Bruselas. El problema está en que todos esos organismos miran los datos sin hacer comparaciones históricas y se basan en conceptos tradicionales que, en la mayoría de las ocasiones, no profundizan en lo que realmente sucede.

Podría seguir aportando muchos más argumentos, como el hecho de que el déficit ya puede estimarse en un 5 %, y no en el 3,2 %, o cómo el incremento de los impuestos está situando al país en un nivel de riesgo de pobreza y exclusión social que afecta a más de 13 millones de personas.

Pero hoy quiero centrarme en analizar lo que ha ocurrido con nuestro PIB en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que, como ya he explicado en otras ocasiones, es una forma de comparar la riqueza real entre países ajustando por las diferencias en los precios de bienes y servicios. Porque un euro o un dólar no compran lo mismo en todos los países. Por ejemplo, si una hamburguesa cuesta un euro en España y dos dólares en EE. UU., el tipo de cambio en términos de PPA sería 1 € = 2 $, aunque el tipo de cambio real del mercado sea distinto. El PIB PPA ajusta toda la economía utilizando ese tipo de cambio más representativo y, además, permite comparar el nivel de vida entre países de forma más equitativa.

Hoy quiero mostrarles que España ha perdido tres décadas —sí, 30 años— para volver a la casilla de salida en la que nos encontrábamos el 31 de diciembre de 1995, y de cómo alcanzamos la mejor situación económica que jamás ha tenido el país, durante el periodo 2003-2007. Sin embargo, desaprovechamos una oportunidad de oro para dar el salto debido a la ineptitud de un gobernante que negó la existencia de una crisis mundial en curso y afirmó que España no se vería afectada.

El gráfico que he preparado con los datos de Eurostat muestra el PIB PPA de España comparado con el de la Unión Europea, tomando a esta última como base 100. Esto significa que si España tiene un PIB PPA de 91, como en 1995, quiere decir que estamos al 91 % del nivel europeo, o lo que es lo mismo, un 9 % por debajo de la media de la UE.

Solo hemos tenido 8 de los últimos 30 años en los que estuvimos en 100 o más, llegando a 105 en 2006. Eso llevó a José Luis Rodríguez Zapatero a creerse un mago de la economía y a pensar que llevaría a España a la cumbre de la Unión Europea. Esto recuerda al momento actual, en el que nuestro presidente cree que sus sueños son la realidad, aunque esta esté muy lejos de esa ensoñación.

El presidente José María Aznar recibe una economía debilitada, al 91 % del PIB PPA de la media europea, y deja el país un 1 % por encima de esa media, con un incremento del 11 %. Por primera vez en la historia, un presidente deja a España con un PIB PPA superior a la media de la UE.

Llega el socialismo y cree que en economía todo es jauja, y que si va bien, hay que ajustarla para que vaya mejor, además de creerse infalible. El día que abandona, deja el país en un 92 %, perdiendo todo lo que se había conseguido y llevando a España a la peor crisis económica que se recuerda.

Llega Mariano Rajoy con su modelo de evitar la intervención. Se equivoca en los recortes que hay que aplicar: toca la sanidad, la educación y paraliza las pensiones, pero no aprovecha la coyuntura para hacer reformas serias y profundas que permitan al Estado ser mucho más eficiente en su gasto. Deja su gobierno con el PIB PPA en el 91 %, exactamente igual que en 1995. Ya han pasado 24 años para volver a la casilla de salida.

Pedro Sánchez, que se cree César al aliarse con Cleopatra y tiene a Bruto dirigiendo óperas, toma una economía en recuperación, la complica con la pandemia y, como no le gustan las cifras del INE, ordena la destitución de su presidente para que los números salgan como él desea. Pero, a pesar de todo, y siendo un doctor «fake» en Economía, sin saber realmente qué es ni qué significa el PIB PPA, resulta que, después de seis años y medio de gestión económica, nuestro PIB PPA se queda en el 92 %, apenas un 1,1 % más que en 2018 y que en 1995.

Treinta años. Tres décadas para volver al punto de partida.

¿Queremos perder el tren de la economía en los próximos treinta años? ¿Seguimos pensando que la economía no vende? Nuestros políticos han olvidado la memorable frase que llevó a Bill Clinton a la Casa Blanca: «¡Es la economía, estúpido!». Desde luego, yo no estoy dispuesto a olvidarlo y muy pronto les contaré lo que voy a hacer para que eso no ocurra.

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