Cada día peor: ahora, la policía política
Quien se atreve a lanzar una operación como la que sufrió el pasado miércoles Nacho Cano es porque quiere lanzar un mensaje de amedrantamiento contra toda la población. Sólo les falta poner a esta unidad de policía un lema: «Sabemos dónde estás»
Hay muchas cosas muy graves en todo lo que rodea la actuación de la Policía sobre Nacho Cano. Cómo se intentó crear pruebas que no existían. Cómo se buscó que las becarias de su empresa declarasen contra él acusándole de abusos sexuales. Cómo se le detuvo y fichó unos minutos para poder presentarlo como un delincuente…
Yo no tengo ni idea de los problemas en los que Cano haya podido incurrir con magistratura del Trabajo. Lo que sí sé es que cuando alguien tiene un problema de ese tipo, se le abre un expediente y si llega el caso, finalmente será multado. No existe precedente en España de que alguien que pudiera tener irregularmente dados de alta a unos becarios sea detenido si no es, como bien dijo la víctima de este caso, Nacho Cano, para que en el minuto que llegó a la Comisaría de Leganitos la SER y El País, convenientemente adoctrinados, ya pudieran dar la noticia de la detención de Cano. Sólo les faltó describirle en el titular como «el amigo de Isabel Díaz Ayuso». No otra era la intención.
Porque esta detención de Nacho Cano, intentando construir un caso en torno a él, demuestra que Grande Marlaska ha constituido una policía política en el ministerio. Algo que siempre es el preludio de una dictadura cuando no surge con la dictadura ya asentada. Se intenta lanzar el mensaje de que nadie está a salvo si está en el lado equivocado del espectro político. Y la mejor prueba de que esa nueva policía política existe la dio ayer por la tarde El País. En un día en que, entre otras cosas, se podía destacar la noticia de la comparecencia al fin en su despacho en la Diputación de Badajoz del hermano de Sánchez coincidiendo con la llegada de la Guardia Civil o la manipulación de los registros informáticos de Inmark para borrar el nombre de Begoña Gómez ¿cuál era ayer por la tarde el titular de portada de ElPais.com? «La policía patriótica del PP espió a 69 diputados de Podemos a través de las bases de datos de Interior». No sé a usted, pero a mí me suena un poco a un «¡Y vosotros más!». Aunque no ocultaré que yo me quedaría mucho más tranquilo sabiendo que se buscaba información sobre los diputados comunistas, que pueden tener contactos con potencias extranjeras como hemos visto en el caso de Cataluña con los independentistas, que investigando a ciudadanos particulares que sólo intentan ganarse la vida y hacer que otros se la ganen también con dignidad.
Quien se atreve a lanzar una operación como la que sufrió el pasado miércoles Nacho Cano es porque quiere difundir un mensaje de amedrantamiento contra toda la población. Sólo les falta poner a esta unidad de policía un lema: «Sabemos dónde estás»