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HorizonteRamón Pérez-Maura

Cuando 'El País' traiciona a España

¿Coincide la actual dirección de El País con Assange cuando decía que había que «desinfectar» la redacción del diario? Porque Assange ahora es presentado por El País en loor de santidad. Lo que intentara hacer contra España y contra el propio diario es hogaño irrelevante

Actualizada 02:05

Es bien sabida la deriva de ciertos medios que se dedican semanalmente a darnos lecciones a los demás, Dios les asista. Destaca entre ellos el diario El País que en su afán de respaldar la deriva de este Gobierno en manos de quienes quieren romper la unidad de España, empieza a tirar piedras contra el tejado del propio El País.

Acaba de salir a la venta un libro del que sólo puedo hacer un elogio encendido. Se titula «La trama rusa. La alianza secreta entre el independentismo catalán y el Kremlin» (La Esfera de los Libros, Madrid, junio 2024) del que es autor mi colega y no amigo David Alandete. En este libro cuenta David la implicación de Rusia en todo el primer intento de independencia de Cataluña que tuvo su punto de máxima crisis en octubre de 2017. Y como se detalla en el libro, el activista Julian Assange fue un firme aliado del Kremlin y de los independentistas catalanes. Un medio ruso, Sputnik, llegó a titular en las redes que «Assange pide a Junker que suspenda a España de la Unión Europea» (01-10-2017) o «Julian Assange: España está a las puertas del autoritarismo» (01-10-2017). Desde El País, David Alandete denunció toda la injerencia rusa en Cataluña y eso le convirtió en un objetivo de los troles empleados por Rusia. Assange pronto empezó sus ataques contra Alandete, que en ese momento era subdirector de El País. Assange tuvo una entrevista (27-03-2018) en La Reppublica, el diario más relevante de Italia, en la que acusó a Alandete (es decir, a El País) de mentir y manipular. Y como por casualidad desde Wikileaks se montó una campaña para pedir el despido de Alandete para «desinfectar» la redacción de El País.

Assange recibió en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se había parapetado contra la Justicia, a enviados del independentismo catalán que le convirtieron a su causa. Cuenta en su libro Alandete, que el 9 de septiembre de 2017, Assange publicó en Twitter en un perfecto catalán –que no habla– el siguiente mensaje: «España, eso no funcionará en #Cataluña. Los catalanes tienen derecho a la autodeterminación. Los arrestos solo (sic) unifican y refuerzan». Se explica en este libro cómo entre septiembre y noviembre de 2017 Assange empleó las redes para advertir de la llegada de una nueva guerra civil a España y pidiendo a los seguidores de Wikileaks que apoyaran la independencia de Cataluña. No creo que haga falta añadir mucho para clarificar cómo actuó Assange y en qué posición puso a El País, que, una semana después de la llegada de Sánchez a La Moncloa, despidió a todo su equipo directivo. Para todos fue grave quedarse en la calle, pero especialmente para Alandete, que ya estaba en el objetivo de los servicios rusos. Al nuevo equipo directivo de El País le dio igual dejarlo en la calle y sin amparo profesional. Bieito Rubido, a la sazón director de ABC, acogió a Alandete en las páginas del diario y él se convirtió en corresponsal en Washington, donde sigue.

Cuento todo esto porque al leer estos días las páginas de «La trama rusa» he recordado la información de El País la semana pasada sobre la liberación de Julian Assange y su marcha a Australia tras declararse culpable de un delito de violación de la ley de espionaje. La edición en papel de El País llevó el asunto en portada y le dedicó cuatro páginas en el interior. De esas cuatro páginas, y más que amplia llamada en portada, a informar del apoyo de Assange a la ruptura de España se dedican… ¡once palabras! Y a los ataques al equipo directivo de El País en 2017-18, ni la más mínima mención. ¿Quiere ello decir que la actual dirección de El País coincide con Assange cuando decía que había que “desinfectar la redacción del diario? Porque Assange ahora es presentado por El País en loor de santidad. Lo que intentara hacer contra España y contra el propio diario es hogaño irrelevante. A mí actuar así me parece un acto de traición. Traición a sus lectores y a España. Claro que, igual nunca entendieron lo que es traicionar. Nunca nos parece que nuestros propios hábitos puedan estar mal.

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