La tragedia de Estados Unidos
Y siendo como es Donald Trump un delincuente convicto, dice muy poco del patriotismo del Partido Demócrata el que se empeñe en presentar un candidato que no está en condiciones de ejercer el cargo
El pasado jueves por la noche se hizo evidente ante el mundo la tragedia que afronta la que todavía es la primera potencia mundial. Ya no se puede pretender seguir ocultando el lamentable estado de salud mental del presidente Biden. Uno se pregunta cómo ha podido creer el círculo íntimo del presidente que iban a poder superar una larga campaña electoral. Ni siquiera hicieron falta las casi dos horas de debate. A los diez minutos de empezar estaba claro que Joe Biden no está en condiciones de ser presidente hoy mismo. No digamos de ser reelegido. Y siendo como es Donald Trump un delincuente convicto, dice muy poco del patriotismo del Partido Demócrata el que se empeñe en presentar a un candidato que no está en condiciones de ejercer el cargo.
En las condiciones en que se encuentra Biden, lo normal sería que Trump le aventajase cómodamente en las encuestas. Pero no es así. Están bastante cerca el uno del otro. Y ese análisis se podría hacer al revés. Con el historial político de Trump y sus condenas en los tribunales, lo normal sería que Biden le aventajara cómodamente en los sondeos. Pero tampoco es así. La democracia más importante del mundo está demostrando en estas elecciones que su sistema falla gravemente. Que en un país de 335 millones de habitantes la elección de presidente quede reducida a escoger entre un incapacitado y un delincuente dice mucho de su sistema político. Y nada de ello es bueno.
Añadamos a ello cómo resulta de inverosímil el que no hay ninguna previsión constitucional que impida a Trump ser elegido incluso si está en la cárcel. Ni tan poco que si es elegido se auto indulte. Probablemente no hay esas previsiones porque a los padres de la Constitución no se les podía pasar por la cabeza que sus compatriotas pudieran hacer esa elección. La pérdida de valores en todo Occidente se demuestra en cosas como ésta. Y que Trump sea el candidato del partido que representa los valores conservadores en Estados Unidos es la mejor demostración de que nada es como debiera.
Hubo un asunto en el que Biden no se expresó mal y fue en la política exterior. Asunto extremadamente preocupante si Trump vuelve a ser presidente. Biden estuvo muy bien señalando las contradicciones e incongruencias del candidato republicano y su entendimiento con Putin, a quien el presidente llamó criminal. Eso sí, Trump estuvo rápido y aseveró que la guerra de Ucrania había estallado porque la vergonzosa retirada de Afganistán había demostrado la debilidad de Estados Unidos y cuando los regímenes autoritarios detectan esa debilidad, atacan. En cambio, ambos tienen posiciones más cercanas en la guerra de Gaza, siendo muy evidente el apoyo inquebrantable de Trump a Israel.
En esta hora el círculo íntimo del presidente Biden haría bien en convencerle de que no está en condiciones de volver a ser presidente y que su candidatura es lo que más posibilidades de victoria da a Donald Trump. Pero en esta competición de egos, lo que menos parece importar es el interés de los Estados Unidos. Una tragedia.