Motos vs Broncano: las audiencias de Tezanos

Cuando Máximo Huerta acudió a Moncloa para informar a Pedro Sánchez de su dimisión como ministro de Cultura, este le preguntó cómo creía que le recordaría la historia. La respuesta se la ha dado el tiempo. Los niños del futuro estudiarán a Pedro Sánchez como el presidente que provocó una España dividida, enfrentada, de bandos, incluso guerracivilista en ocasiones. El 'estás conmigo o contra mí' que se ha fomentado desde el Gobierno ha llevado a que se ponga en duda la Justicia, el sistema electoral y que hasta la competencia de dos programas de entretenimiento sea un asunto de Estado.

De cómo consiguió Moncloa que Broncano llegara al prime time de TVE ya se ha hablado mucho. Que cobra 14 millones de euros, que tiene un contrato blindado y que habrá una segunda temporada de La Revuelta sin importar los datos que haga no es ni secreto ni noticia ya. Lo que no sabíamos era que Pedro Sánchez era, como diría Óscar Puente, el puto amo de la televisión. Ahora resulta que, en pleno derrumbe del interés por las cadenas tradicionales, el presidente del Gobierno ha conseguido con su maniobra anti-Motos que haya un 12 % más de españoles viendo la televisión y que los jóvenes dejen de ver YouTube para enchufarse a un programa que no puede ser más zafio, ni más burdo ni más tosco. Y, si de paso enganchan algún minuto del telediario sesgado de la televisión pública, logra un 2x1 en toda regla.

Lo que ha salido mal de la jugada es que, en vez de restarle interés a El Hormiguero, la presencia de Broncano le ha regalado a Pablo Motos la mejor semana de su historia. Más espectadores que nunca, 300.000 más que la semana pasada. Porque el que ve El Hormiguero lo va a seguir viendo, y el que no, lo verá a partir de ahora si quiere fastidiar a Sánchez. Pero si Motos sube y Broncano aumenta también la audiencia de TVE en 1,1 millones de personas es que, o Sánchez ha descubierto su verdadera vocación en la televisión o que algo huele a podrido en Dinamarca y los datos son tan fiables como los del CIS de Tezanos.

Habrá que confiar en el sistema de audímetros. Hay poco menos de 6.000 en toda España y están repartidos cuidadosamente para representar a toda la población (en País Vasco hay los mismos que en la Comunidad Valenciana, con tres millones de habitantes menos). Te pagan por tener un medidor en casa, ya sea en especie o a tocateja, y es evidente que cualquier persona de clase media alta (que cada vez son menos gracias a Sánchez) está deseando ceder su intimidad y su independencia a cambio de un microondas nuevo. Y como en ese ámbito prevalece la tendencia política que no le gusta al del poder, el relato puede extrapolar que los menores de 64 años prefieren a Broncano y que los jubilados se quedan con Motos. Vamos, que El Hormiguero es de viejos y La Revuelta de gente joven y moderna.