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HorizonteRamón Pérez-Maura

El escarnio de Sánchez

¿Qué necesidad tienen de dar esta muestra de matonismo? Pues por el hecho de que no tienen ninguna necesidad es por lo que lo hacen. Para que se sepa que no hay espacio más que para ellos mismos, para el Gobierno con menos respaldo electoral de la historia de la democracia española

Actualizada 01:30

El círculo en torno a la brutal corrupción del sanchismo sigue estrechándose a pasos agigantados. En El Debate informábamos ayer cómo los pendrives encriptados con supuesta información personalísima de Ábalos, de los que Koldo García dijo a la UCO que «lo que hay dentro es muy gordo y no vais a poder desencriptarlo», están a punto de ser desentrañados por los agentes de la unidad. Todo son desgracias, todo se le pone más negro a Sánchez.

Ayer mismo en El Confidencial se informaba en relación con esos pendrives que el director adjunto operativo de la Guardia Civil, el teniente general Manuel Llamas, había pedido al general al mando de la UCO, Alfonso López Malo, vigilar la información que saliese de esos dispositivos. Asunto del que nos hemos enterado porque el DAO se equivocó y en lugar de mandar el mensaje de WhatsApp sobre ese tema aparecido en The Objective directamente al general López Malo, lo envió por error a un chat en el que está toda una promoción 2022 del Curso de las Fuerzas Armadas del Ceseden. En qué manos estamos. Y lo que es peor, cuando en la rueda de prensa del Consejo de Ministros fue preguntada sobre esta materia la ministra portavoz, Pilar Bulería, respondió que no sabía de qué le hablaban. Una portavoz que no lee los periódicos no puede ocupar ese cargo.

El teniente general Llamas es un hombre de la máxima confianza del ministro del Interior, que no puede tener peores relaciones con la Benemérita. Allí ha hecho mucho daño el comportamiento sectario del ministro con los coroneles Sánchez Corbí y Pérez de los Cobos. Por eso el que Llamas se inmiscuya en una gestión de la UCO que actúa como policía judicial suena mucho a intento desde el ministerio de interferir en la investigación y tapar eso «muy gordo» de lo que hablaba Koldo. O sea, si no han conseguido controlar el poder judicial hay que controlar la información que llega a los jueces.

Porque las muestras de intentar ocupar todos los estratos del poder siguen incrementándose cada día. Ayer supimos que el Gobierno cambia por decreto la ley por la que se renueva el consejo de administración de RTVE de forma que el PP quedará anulado y se incorporará a Junts y Bildu. No paramos de mejorar. No es que yo crea que ese consejo tuviera ninguna capacidad de controlar la orientación de la máquina de propaganda. Lo que más me llama la atención de este caso es el que siendo RTVE en la actualidad más sectaria que nunca ¿qué necesidad tienen de dar esta muestra de matonismo? Pues por el hecho de que no tienen ninguna necesidad es por lo que lo hacen. Para que se sepa que no hay espacio más que para ellos mismos, para el Gobierno con menos respaldo electoral de la historia de la democracia española.

En la misma línea, El Confidencial nos informaba ayer de algo verdaderamente pasmoso. El jefe de la Abogacía del Estado ya no tiene su despacho en las dependencias del Ministerio de Justicia en la calle San Bernardo de Madrid. No. Ahora le han puesto un despacho en el mismo Palacio de la Moncloa para no disimular lo que han hecho con la mismísima Abogacía del Estado: convertirla en el despacho de abogados particular de Pedro Sánchez.

Es difícil imaginar mayor falta de pudor. Hace seis años era inimaginable el escarnio con el que Sánchez llegaría a tratar a todas las instituciones del Estado. Todas sin excepción. Cuando Alfonso Guerra decía que «A España no la va a reconocer ni la madre que la parió» no era consciente de lo que de verdad podía hacer con aquella mayoría de 202 diputados. Claro que aquello era el PSOE y esto es el sanchismo. Y son dos cosas que cada vez tienen menos que ver.

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