Villa Meoncilla
–Tu amigo Ussía nos ha ridiculizado. Hasta los taxistas la conocen como 'Villa Meona'. Miguel Boyer, era presidente de un Banco, creo recordar que del Banco Exterior. Algunos vecinos de 'Villa Meona' paralizaron las obras de la casa, y el Rey se interesó por la situación
Mi mayor acierto descriptivo y literario fue bautizar la casa de Isabel Preysler y Miguel Boyer, construida en la yema de la Urbanización de Puerta de Hierro en Madrid, como 'Villa Meona'. Tenía y tiene más de 16 cuartos de baño y se me escapó la broma en el programa de El Debate del Estado de la Nación de Luis del Olmo. En una cena, Isabel, que es una mujer inteligente, atractiva y embriagadora, se quejó a Antonio Mingote.
–Tu amigo Ussía nos ha ridiculizado. Hasta los taxistas la conocen como 'Villa Meona'. Miguel Boyer era presidente de un Banco, creo recordar que del Banco Exterior. Algunos vecinos de 'Villa Meona' paralizaron las obras de la casa, y el Rey se interesó por la situación. –Miguel, ¿ se han solucionado ya los problemas burocráticos de 'Villa Meona'? Boyer estalló, a su manera, ante el Rey. ¿También le hace gracia a Vuestra Majestad esa tontería de Ussía? Y el Rey le respondió que le había preguntado, sin ánimo de cachondeo, por los problemas de la casa y que le pedía disculpas por haberse referido a 'Villa Meona'. –Lo siento, Miguel, pero todo el mundo la llama así–. Muchos taxistas de Madrid consideraron que 'Villa Meona' era un punto de referencia. –¿Me lleva, por favor a la calle Guisando número 12? Y el taxista respondía. –Ahora mismo, está a dos pasos de 'Villa Meona'. Lo que hace una broma en un programa de radio.
De lo que no cabe duda es que 'Villa Meona', reconstruida en los terrenos de un antiguo chalé de Puerta de Hierro, es consecuencia de un dinero honestamente obtenido e inteligentemente invertido. Puerta de Hierro, en torno a su Real Club, era la urbanización cumbre. Después llegaron La Moraleja, una parte del Plantío, El Soto, y otros lugares de prestigio. Y ahora nos enteramos, con júbilo, de que el expresidente del Gobierno, el asesor de Maduro, el promotor de una nueva Guerra Civil, de momento sin armas, ha adquirido a nombre de su esposa, una 'Villa Meoncilla' en Puerta de Hierro. Esta gente no desea formar parte de la tradición, la nobleza y la aristocracia. Su ilusión es convertirse en la tradición –sueño imposible–, terminar con la nobleza, y crear una clase social multimillonaria y ecoprogresista que sustituya a la actual. Su plan es comenzar por lo más sencillo. Derribar 'Villa Meona' y alzar 'Villa Meoncilla' en sus entornos. No obstante, mis simpatías se decantan por 'Villa Meona', que es ya una institución, un hogar cumplido, un refugio de una familia numerosa, y de cuyas características, tenemos sus datos y sus particularidades de distribución. De 'Villa Meoncilla' conocemos poco. Ignoramos si las grandes empresarias góticas que se están forrando, desean compartir un cuarto de baño, o han elegido uno para cada una con el fin de abrillantar en soledad sus maquillajes y hacer uso de sus características cuando las urgencias lo solicitan. Isabel Preysler es una mujer culta, leída y con mundo, y con clase y gusto. Me figuro sus salones y sus habitaciones y no intuyo retratos de Simón Bolívar. Me figuro una biblioteca dispersa y bien encuadernada, y no treinta ediciones de 'Bambi', una de ellas firmada por el propio Bambi a Zapatero. Por 'Villa Meona' han pasado los Iglesias, los Griñón, los Boyer y los Vargas Llosa. Por 'Villa Meoncilla', los amigos de Delcy, Maduro, Diosdado y tiene reservado un cuarto con orientación sudeste para el compañero Monedero, que se ha metido en líos.
Jamás creí que iba a terminar elogiando a mi broma. Cuidando a los inquilinos, fundadores, heredados e inversores de las grandes urbanizaciones de Madrid. Un día de estos nos enteramos de que los Iglesias-rama ordinaria-, venden Galapagar y se instalan en la casa de un futbolista de La Finca de los Cereceda. En el fondo, es un plan parecido al de Lenin cuando se subió al tren en París.
Pero me consuela pensar que en 'Villa Meoncilla', por el poco tiempo que van a disfrutarla no son necesarios ni 16, ni 8, ni 4 ni 2 cuartos de baño. Con uno para todos les sobra. Y como sus niñas han estudiado inglés, le llamarán «el Váter».
Puerta de Hierro, mañana.