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Cartas al director

Guerra y paz

Evidentemente, no me estoy refiriendo a la magna obra de León Tolstoi, sino al dilema entre apostar por la guerra o apostar por la paz. Dilema falso, por cierto, porque a nadie con sentido común le tiene que convenir o agradar cualquier guerra, salvo aquellas que, por ansias de imperio, pueden ganar: ejemplos históricos son muchísimos pero, sin remontarnos, excesivamente, en la Historia Contemporánea, pues Hitler o Stalin, ambos coetáneos e igualmente genocidas, defensores, respectivamente, del fascismo y del comunismo. En este sentido, cualquier líder occidental y civilizado solo puede apostar y defender la paz, pero, cuidado, una paz no a cualquier precio, que lleva a la opresión y a la guerra a medio plazo, como ocurrió en Múnich, año 1938, sino una paz basada en el cumplimiento de la legalidad internacional y en la defensa de los derechos humanos, la vida, la libertad y la independencia de los pueblos. Por tal motivo, el punto de vista de la formación política Unidas Podemos, miembro de la coalición gubernamental en España, está en abierta contradicción con la defensa de la paz, si no todo lo contrario, defiende la estrategia militar del poderoso Putin y de su ideología. El único partido de la guerra serían ellos, no el PSOE, como descaradamente denunció la ministra Belarra, ni la derecha en España, claramente defensores de un pacifismo abierto y sin aristas, un pacifismo en la línea de garantizar los valores proclamados en la Carta Fundacional de Naciones Unidas y en la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.

Julio José Elías Baturones

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