Cartas al director
El debate del estado de la nación
Se prepara un debate que más que debate es un monólogo porque debatir es intercambiar pareceres, tanto por parte del Gobierno como de la oposición y, en este caso, solo es un paripé orquestado por Pedro Sánchez para, literalmente, dar moral a la extrema izquierda, la que representa tanto él como su aliada Yolanda y su espacio sumatorio. Desde este punto de vista, el problema no sería tanto que este impresentable tenga, una vez más, la ocasión de mirarse a su endiosado ombligo, sino que la derecha del PP le vaya a seguir el juego. Porque si Núñez Feijóo se pone de perfil para servir de estatua de sal ante tal tomadura de pelo, evidentemente, le está sirviendo de cómplice. En cambio, mejor sería que el líder del PP aprovechará el falso debate para anunciar una moción de censura, que es lo que debería hacer en lugar de servirle de telonero. Particularmente, escuchar al de la Moncloa no es de mi agrado. Más aún, ni me voy a molestar en perder mi tiempo en hacerlo. Pero, al menos, sí me gustaría constatar que en España hay una alternativa de Gobierno. Ya veremos.