El gasto en salarios públicos ha crecido un 35,5 % desde que llegó Sánchez
A este ritmo el Estado tendrá que recaudar 200.000 millones de euros adicionales en impuestos
Del total del gasto público en España, los salarios es una de las principales partidas. El gran problema es que, en la era de la digitalización y de la Inteligencia Artificial, este gasto en lugar de reducirse, tanto en valor absoluto como en peso sobre el gasto total, no para de crecer. Y lo hace a unos niveles que nos hace pensar que en el 2027, los salarios públicos habrán superado la cifra mágica de los 200.000 millones.
De producirse esto y si los salarios siguen suponiendo el 24 % del total del gasto público, esta cifra se acercará a los 850.000 millones y cuando Pedro Sánchez convoque elecciones generales tendremos un dragón de 7 cabezas que habrá pasado de 480.000 millones a 850.000 millones en apenas 9 años, que supondrá una Administración Pública un 77 % más grande.
Si esto pasa, el Estado tendrá que recaudar 800.000 millones de euros en impuestos, cuando en el año 2023 recaudó 628.000 millones y este año, si le salen todas las cosas bien al gobierno, rondará los 666.000 millones.
La pregunta sencilla es de donde se pueden sacar 134.000 millones más de recaudación de una economía que este año va a crecer un 3 %, pero que a partir de aquí va a crecer menos y menos en los años subsiguientes.
Si este gobierno se mantiene hasta el 2027 y sigue gobernando con el modelo actual, que es decir que si a todos los gastos que sus socios le demandan, llegaremos, sin duda, a los 850.000 millones, pero en esas elecciones estaremos como en las del 2011, con la economía española al borde de la intervención o ya intervenida por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, que habrá llevado al euro y a la Unión Europea al borde de la desaparición.
Por eso hoy con este artículo quiero concienciar, a cualquiera que lo lea, que hay que parar de forma inmediata la deriva del gasto público y, para ello, hay que parar como sea y de la forma que sea, el incremento de los salarios públicos. No estoy diciendo que se congelen los salarios de dichos empleados, sino que cada jubilación que se produzca, a excepción de en la salud, la educación, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y la justicia, queden totalmente amortizados y no se sustituyan.
Para ello hay que invertir en modernizar todos los procesos administrativos de todas las administraciones y empezar, desde ya, para que en los próximos años la cifra de empleados públicos baje de una forma sustancial.
Porque lo que no puede suceder es lo mismo que ha sucedido desde que llegó en junio de 2018 Pedro Sánchez y el socialismo al poder. Y si no miren lo que nos ha pasado:
En el año 2018, el primer semestre y con datos oficiales, enviados por nuestro gobierno a Bruselas y publicados por Eurostat, nos gastamos en salarios públicos la cifra de 61.618 millones de euros.
Un año después, sin ningún sentido, porque nada especial había pasado, la cifra subió un 6,8 % y se fue a 65.758 millones en el mismo período de tiempo.
En el 2020 y a consecuencia de la pandemia y el encierro ilegal al que nos sometieron, la cifra sólo creció un 3,5 % y llegó a 68.113 millones.
La pandemia fue la excusa de otro incremento brutal en 2021 del 6,7 %, que lleva la cifra de salarios a 72.709 millones, para en el 2022 frenarse ligeramente con una subida del 2,9 %, pero ya nos fuimos a los 74.803 millones.
El 2023 fue año de elecciones y de contrataciones y, de nuevo, los salarios públicos crecieron un 6,7 % y sumaron en los seis primeros meses del año 79.834 millones. Finalmente, en 2024, le hemos dado otro empujón de un 4,6 % de incremento y ya estamos en 83.488 millones.
Todas estas subidas han hecho que, en estos 6 años, la masa salarial haya crecido un 35,5 % y nos coloquen en ese disparadero de superar, con creces este año, los 172.000 millones y como nos descuidemos un poco rondar los 175.000 millones.
Es cierto que para los políticos españoles, este tema, junto con el de las pensiones y la Seguridad Social, son tabú y no se puede hablar de la reducción de los gastos y de los efectivos, pero lo que también es cierto, todos lo saben, que el punto de no retorno está a la vuelta de la esquina y que hay que tomar medidas antes de que las tomen por nosotros y si no que hablen con Mariano Rajoy y les explique cómo consiguió bajar de 510.000 millones de gasto que dejó Zapatero a 480.000 millones en que los que dejó el gasto en el 2017 y las presiones que recibió para hacerlo.