La resaca que nos espera

Ha finalizado el periodo estival, se ha iniciado el curso político, está en marcha la precampaña mayo 2023 para comunidades autónomas y ayuntamientos, «tonteando con las bajadas de impuestos», para algunos prioritarios y para otros, medidas preelectorales, estamos con los partidos independentistas, Podemos, ERC y Junts, Bildu y otros de su tendencia, que lo único que buscan es acabar con nuestra democracia y nuestro modelo de Estado, que nos dimos con generosidad, lealtad y sacrificios en el año 1978, pero tienen a este Gobierno socialista, que nada tiene que ver con el socialismo con el que hemos convivido durante años los que hemos conocido aquella situación de este gran país, desde los años 60/70 y el esfuerzo realizado por esos políticos, incluido la Izquierda Unida de la época, para darnos el modelo democrático del que hemos disfrutado hasta que apareció este Gobierno del Sr. Sánchez y sus imprescindibles compañeros de viaje.

«Nunca pactaré con ellos», porque no podré dormir en mi colchón de la Moncloa, fue lo que nos dijo y comentaba cada vez que se le consultaba y ahora estamos en la situación de preguntarle «¿dónde estamos Sr. Sánchez?», yo le voy a responder con todo mi respeto: usted nos miente, usted está vendido a sus compañeros de viaje, usted menosprecia a los españoles de bien, usted menosprecia a las víctimas del terrorismo, usted abandona nuestro gran país a las voluntades de independencia que exigen sus apoyos políticos, usted menosprecia nuestra forma de Estado y gran país, que fue el respeto y la envidia de muchos de nuestros vecinos.

¿Por qué no convoca elecciones ya y deja que los españoles decidamos qué modelo de Gobierno queremos? Recuerdo sus palabras de «váyase ya», cuando el que tiene que irse y lo antes posible, es usted.

Lo último por conocer, es que nuestra RTVE esté controlada por sus partidos de izquierda y necesarios para su Gobierno, cuando esta entidad es de todos los españoles y tenemos derecho a escuchar o ver a todos los tertulianos que podamos, sea de su ideología e interés o no, criminalizarlos es definirse por una tendencia minoritaria que no aceptamos.