Cartas al director
Una raposa al cuidado del gallinero
La ministra Montero debe alojar rescoldos psicológicos en el subsconciente porque su única preocupación es la sexualidad. Sabemos que ella no comete delito acostándose con quien quiera, con un humano, con una humana o con un humane, siempre que respete la legislación vigente. Pero nos tiene hastiados con sus tendencias amorosas que no nos importan y debería guardarlas para sí. Lo que nos importa y avergüenza es que una ministra del Gobierno de España, en lugar de proteger a la infancia, raye la delincuencia haciendo apología de la pederastia y pretendiendo trasformar un delito en un derecho.
La política no deja de sorprendernos. Ahora resulta que a los dirigentes europeos les ha llenado de inquietud que los italianos hayan elegido como presidenta a Meloni, etiquetada de extrema derecha, mostrando un talante poco democrático. Sin embargo, no tenemos noticias de que les haya llenado de inquietud que la extrema izquierda forme parte del Gobierno de España. Y lo que es más notorio: ¿no les inquieta que España tenga un Gobierno que esté impulsando la pederastia? No ha de extrañarnos que los regidores de Europa estén perdiendo credibilidad, dadas sus muestras reiteradas de hipocresía.
Dice la fábula que no puedes poner a una zorra para que cuide un gallinero, pero en España asumimos el riesgo, y para proteger al «gallinero» de sus niños, ponemos a sus cuidados al Gobierno de Sánchez, una raposa adicta a la pederastia.