Cartas al director
No morderás la mano que te da de comer
Es de bien nacido ser agradecido. ¡Quien paga, manda! No tendemos a morder la mano que nos da de comer. Una tendencia que es en parte natural, y en parte adquirida.
La necesidad nos hace dependientes y el agradecimiento frecuentemente nos modifica. Ahora estoy pensando especialmente en los investigadores, en los periodistas, y ¡en los políticos! A ver cómo evoluciona Pilar Rahola después de su desembocadura en ElPeriodico. O Toni Cantó, después de su último desplazamiento.
El agradecimiento nos modifica. Modifica nuestras conductas, cuando éstas están relacionadas con la persona o institución que nos favorece, nos sostiene, o nos alimenta.
Por eso. ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de lo que diga una persona de su superior. O del informe de un investigador que depende económicamente de una farmacéutica. O de un periódico subvencionado. O de un comité de derechos humanos financiado en parte por la Generalitat. O de un laboratorio canadiense que publica un informe contra el Estado español, en el cual le acusa de espiar indebidamente? ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de esas manifestaciones dependientes?