El sí de las niñas

La ley del «sí es sí», elaborada por las niñas feministas Irene, Victoria y Ángela, nos recuerda a la comedia El sí de las niñas de Fernández de Moratín, en la que el personaje de doña Irene es un calco de Irene Montero, diana ambas de críticas severas por habladoras, egoístas e ignorantes.

La sociedad española está estupefacta ante ese engendro jurídico del «sí es sí», que ha condicionado la salida masiva de la cárcel de violadores, generando gran alarma social. Alarma que según la dirigente Victoria Rosell se evitaría si los periodistas no informaran de ello. Alucinante. Un tic totalitario impropio de una dirigente democrática. Da miedo pensar lo que harían si alcanzaran la mayoría absoluta.

La ministra, en lugar de hacer autocrítica, ha enconado aún más la situación insultando a los jueces, a los que ha etiquetando de machistas y prevaricadores. Y es que es irracional que una iletrada, con el mero bagaje en su currículo de haber trabajado en un supermercado, se haga cargo de un Ministerio. Como sería irracional que a los hijos de la ministra les operara de apendicitis su interina.

Pero no solo la ministra es responsable del desaguisado. También Sánchez y su Consejo de Ministros, que aprobaron tal engendro. Y además, los partidos políticos que dieron vía libre a la ley en el Congreso, exceptuando el PP y Vox que votaron en contra.

La incompetencia y necedad de la ministra la llevó a calificar los informes negativos de los especialistas sobre la ley, de «propaganda machista». Y se quedó tan ancha con su arrogante ignorancia, revolcándose en el lodo de su indecencia.