Rodar cabezas

Resulta que se encargaron la construcción de trenes para la red ferroviaria del norte y se han diseñado de tal forma que no pasarían por los túneles de dicha red, el ridículo del Ministerio de Transportes es mayúsculo, más aún cuando se ha sabido que la empresa CAF encargada de la construcción había informado de la incidencia. Su titular fue a hacer campaña a Cantabria con la idea de reforzar las candidaturas de su partido para las próximas elecciones y mostrar la mejora de los trenes de cercanías en esa zona y se ha encontrado con semejante fiasco. ¿Quién es responsable? Claramente la propia ministra, pero se refugia en que rodaran cabezas y ya han empezado, pero curiosamente con cargos intermedios que casi seguro serán funcionarios de carrera con bastante más preparación que los que tienen por encima, posiblemente cargos puestos a dedo por políticos. Estamos en un país que no dimite ni se cesa a nadie, aunque lo haga rematadamente mal, ahí nos encontramos con la ley del un verdadero fracaso que lleva excarcelados más de treinta violadores y reducidas las condenas a casi cuatrocientos. La opinión pública no sale de su asombro pues después de la alarma social que está generando no haya rodado ninguna cabeza. ¿Cómo puede ser que un grave error en las medidas de unos trenes ocasione ceses y una ley que ha aumentado el riesgo para todas las mujeres no haya supuesto ceses o dimisiones? Es muy fácil echar a los pies de los caballos a quien no tiene la verdadera responsabilidad y los que las tienen se vayan de rositas.