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Cartas al director

El buenismo y sus malísimos efectos

Define el DRAE el buenismo como «actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia». Y aunque pudiera deducirse de lo anterior, habría que añadir que el buenismo no es bueno, por mucho que en nuestra sociedad solamos confundirlo con la benevolencia de quienes buscan evitar enfrentamientos a base de diálogo y tolerancia. Porque además de adoptar una actitud inadecuada frente a una grave situación que requeriría de una disposición de ánimo más enérgica, tan errada actitud contribuye a que los conflictos crezcan y empeoren, haciéndose más dañinos y peligrosos.

No obstante, y aunque hay buenismos que acaban resultando letales, sólo serían auténticos buenistas quienes fueran sinceros en su equívoca percepción, a diferencia de otros que lo utilizarían para encubrir sus cobardías: como por ejemplo, aquellos que buscan evitarse problemas negando su existencia, o quedar bien hasta con los malos, paseándose de perfil y vestiditos de neutrales ante los conflictos. Pero peor aún son quienes, aprovechando la extremada e ingenua tolerancia de nuestras sociedades occidentales, se disfrazan de buenistas para vendernos visiones edulcoradas de la realidad, e inocuas respuestas ante graves amenazas, con el solo objetivo de debilitar nuestra capacidad de reacción. ¡Ojo con ellos!

Miguel Ángel Loma Pérez

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